La inversión privada, medida a través de la Inversión Fija Bruta (IFB), muestra señales de debilidad, pues en marzo de este año registró un avance de 0.5 por ciento respecto a febrero, tras el avance de 1.8 por ciento de febrero y el descalabro de -0.4 de enero, de acuerdo con datos ajustados por estacionalidad del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
De acuerdo con el organismo autónomo, el avance mensual de 0.5 por ciento fue resultado de los aumentos reportados en el rubro de la construcción, así como en maquinaria y equipo: 0.5 y 0.3 por ciento, respectivamente.
A tasa anual, la IFB registró un incremento a tasa anual de 8.8 por ciento, en donde el gasto en construcción creció 2.47 y la compra de maquinaria y equipo 2.7 por ciento, con base a datos ajustados por estacionalidad.
El IFB proporciona información sobre el comportamiento mensual de la inversión, integrada por los bienes utilizados en el proceso productivo durante más de un año y que están sujetos a derechos de propiedad. El IMFBCF muestra cómo una parte del valor agregado bruto en la economía se invierte, en lugar de consumirse.
Según cifras originales (sin estacionalizar), resulta que la inversión privada creció 9.1 por ciento a tasa anual, con lo que en el tercer trimestre del año avanzó 9.5 por ciento respecto al mismo periodo de 2022.
