A pesar de que la inflación en lo que va de este año ha mostrado una tendencia a la baja, lo cierto que la disparidad de precios en productos de consumo básico, como los artículos de limpieza, muestran una importante disparidad, como el caso del shampoo.
De acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), persiste la proliferación de precios sobre un mismo producto, razón por la que resulta necesario ejercer un consumo inteligente, a través de comparar precios y calidad de los productos, con el fin de evitar duros golpes a la economía familiar.
En ese sentido, por ejemplo, el shampoo de la marca Pantene, botella de 700 mililitros, tipo restauración, tiene un costo de 89 pesos e n el Mega Soriana, sucursal Naucalpan, pero ahí cerca, en el mismo municipio, en la Bodega Aurrerá Primero de Mayo, se vende en 79 pesos, es decir, 10 pesos más barato (12.6 por ciento).
Otro caso es el shampoo Dove, botella 675 mililitros, la cual se puede conseguir en 79 pesos en la Bodega Aurrerá, sucursal Primero de Mayo, en Naucalpan, Estado de México, pero en la misma cadena comercial, pero de Plaza Atizapan se vende en 96 pesos, lo que implica una diferencia de 21 por ciento, equivalente a 17 pesos.
Como se apreciará, la enorme ventaja de comparar precios radica en que “en piquito en piquito”, es decir, sumando las aparente “pequeñas” diferencias que resultan entre comprar en un lugar respecto a otro, arrojan una diferencia sustancial.
Un ejemplo más es el shampoo de la marca Folicuré, presentación de 700 mililitros, hidrante 2 en 1, el cual tiene un costo de 88 pesos en la Bodega Aurrerá de Plaza Aragón, mientras que en el Mega Soriana de Izcalli se puede comprar en 110 pesos, es decir, 22 pesos (25 por ciento); más caro que la primera opción.
El caso más sensible es el acondicionador y enjuague de la marca Head & Shoulders, en presentación de 300 mililitros, se puede comprar en 55 pesos en el Chedraui de Mundo E, pero en el Soriana Hiper de Perinorte tiene un precio de 79.50 pesos, es decir, 24.5 pesos (44 por ciento), más caro.
Por todo lo anterior, la PROFECO recomienda a la población evitar compras impulsivas y destinar tiempo para comparar precios y calidad de los productos y así evitar dañar la economía familiar con gastos innecesarios.