Redacción

El anticiclón que empuja aire muy cálido desde África a Europa, que en Italia han bautizado como “Caronte”, ya ha disparado los termómetros en el sur mediterráneo, mientras que en el centro y el este del Viejo Continente la ola de calor también despierta los miedos a incendios y a problemas de salud de los más vulnerables.

En Italia se espera que las temperaturas máximas ronden los 47 grados en los próximos días en las islas de Sicilia y Cerdeña y se rompan récords históricos en algunas partes del país, con hitos nunca vistos en Roma con hasta 42 grados celsius para los próximos días.

Sin embargo, la actividad en las calles romanas no decae y la ciudad permanece abarrotada de turistas sin que, de momento, se contemple el cierre de los monumentos en las ciudades como Roma, Florencia o Venecia, como sí tuvieron que hacer el fin de semana pasado en Atenas con la Acrópolis.

Preocupación también en las zonas alpinas, ya que “una verdadera lengua de fuego de extracción sahariana” provocará que a 1.500 metros de altitud se podrán registrar valores máximos de hasta 28-30 grados.

España ya ha superado dos olas de calor desde que comenzó el solsticio de verano en junio, pero la de esta semana llega con una intensidad que “no será normal ni habitual”, lo que favorecerá temperaturas extremadamente altas, entre los 40 y 44 grados, y noches tropicales, en la que el mercurio no bajará de los 25 grados en algunas ciudades españolas.

Según la Agencia Estatal de Meteorología de España, este potente anticiclón, que abarca toda la zona central y occidental de la cuenca mediterránea, impulsa “aire muy cálido del norte de África”, lo que favorece una estabilidad atmosférica, sin demasiada ventilación, acumulando el calor cerca de la superficie.

Más de medio país está en alerta, especialmente Andalucía (sur), donde las provincias de Córdoba y Jaén están en nivel rojo de riesgo extremo por máximas de hasta 44 grados.

En Francia, el servicio meteorológico ha activado una alerta naranja por calor en la fachada mediterránea francesa, donde las temperaturas podrían llegar el martes hasta los 40 grados en el interior de la Provenza.

En los Balcanes la ola supone temperaturas de 40 grados que irán aún a más y crecientes riesgos, tanto de incendios como para la salud de los ciudadanos de Montenegro, Albania, Serbia, Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Croacia y Eslovenia.

Para ayudar a los ciudadanos en Tirana han sido instaladas cisternas con agua en las calles principales de la capital.

En Serbia “arden los termómetros”, advierten los medios de comunicación, que anuncian para hoy “los 40 grados tropicales” en diversos puntos del país, con Belgrado a 39 grados, y aconsejan evitar exponerse al sol debido al alto nivel de radiación ultravioleta .

Bosnia-Herzegovina y Croacia también están atravesando estos días la cúspide de la ola de calor, con temperaturas de entre 34 y 40 grados, que los medios locales definen como “extremadas”, y la turística región del puerto adriático de Split ha emitido avisos de alerta roja meteorológica debido al calor.

En Turquía, apoyados con aviones y helicópteros, los bomberos turcos luchan este lunes contra las llamas de una veintena de incendios forestales desatados el pasado fin de semana en tres provincias del país, en medio de una ola de calor con temperaturas de hasta 38 grados, que hoy podrían llegar a los 40 grados.

Estas inusitadas temperaturas, cercanas a los 40 grados en el centro y el este de Europa, ha hecho sonar las alarmas también en países como Rumanía o Bulgaria, donde se temen incendios y problemas en la salud de la población más vulnerable.

Las temperaturas máximas en Rumanía rozan este lunes los 40 grados a la sombra, con pronósticos de tormentas eléctricas, lluvias torrenciales y ráfagas de viento intensas en el oeste, el noroeste y en las zonas montañosas de Transilvania en las próximas horas.

En Bulgaria también se sufrirá un calor sofocante esta semana, según los meteorólogos, cuyas predicciones apuntan a más de 40 grados en las ciudades de Russe, en el Danubio, y Sandanski, cercana a la frontera con Grecia.

En Austria, los termómetros superaron el pasado fin de semana los 35 grados, con picos de hasta 37 grados en algunos puntos de la república alpina, que habría vivido así, y acompañado de varias tormentas, el punto culminante de la actual oleada.

En esta ciudad, así como en Linz, el partido ecologista “Verdes” organizó una campaña para ofrecer agua gratis en muchos establecimientos comerciales, mientras que la Cruz Roja ha abierto salas refrigeradas e invitado a la población a refugiarse en ellas de forma gratuita para que el organismo pueda recuperarse del estrés causado por el calor.

Con 39 grados centígrados pronosticados para hoy en algunas zonas del sur de Hungría, las autoridades de este país centroeuropeo han declarado el “código rojo”, la máxima alerta de calor, en las provincias de Bács-Kiskun, Csongrád-Csanád y Békés.

Eslovaquia vivirá también a partir de este lunes el calor generalizado, con máximas de 33 grados en la ciudad de Komárno, al sur, y 31 grados en Bratislava, y la mayor parte del territorio eslovaco vivirá bajo tormentas eléctricas y lluvias desde hoy hasta finales de mes