La decisión de Rusia de suspender el acuerdo que permitía la exportación de granos de Ucrania a través del Mar Negro tendrá posibles afectaciones en el suministro de fertilizantes en México, advierte el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).

“Si bien México puede estar relativamente protegido por su baja relación comercial con Rusia y Ucrania, el impacto indirecto de la suspensión del acuerdo podría generar presiones en los mercados internacionales de commodities”, detalla el organismo que dirige Juan Cortina.

El organismo de la cúpula empresarial del sector agropecuario detalla que la decisión tomada por parte del gobierno ruso también generará presiones alcistas en los precios de los granos y oleaginosas.

Entre el 12 y 19 de julio de este año, los precios del trigo y maíz repuntaron 17. y 14.88%, respectivamente, debido al final del acuerdo para permitir la exportación de cereales desde Ucrania.

Tan sólo miércoles, los futuros del trigo repuntaron 8.20% en el mercado de futuros de Chicago, su mayor alza intradía desde marzo de 2022, cerrando en 7.26 dólares por bushel.

Registran alzas precios de cereales

El mismo día, los futuros del maíz igualmente subieron con fuerza, apuntando una ganancia intradía de 3.98%, a 5.56 dólares por bushel.

El CNA recomienda mantenerse atentos en el desarrollo de las negociaciones entre Rusia y Ucrania para evaluar futuras implicaciones en la industria agroalimentaria.

Por lo pronto, la ruptura del acuerdo de exportación de granos por parte de Rusia ya tuvo implicaciones de alcance global.

La semana pasada, el gobierno de Bladimir Putin suspendió el acuerdo firmado en julio de 2022 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Turquía que permitía exportar granos desde la región del Mar Negro -tras la invasión de Rusia a Ucrania- a países en África, Medio Oriente y Asia, donde el hambre es una creciente amenaza y los elevados precios han sumido a más gente en la pobreza. La decisión del gobierno ruso la tomó al considera que se incumplieron sus exigencias de aplicar un acuerdo paralelo que suavizara las normas para sus propias exportaciones de alimentos y fertilizantes.