La inflación en México se mantiene a la baja, pues durante la primera mitad de julio avanzó 0.29 por ciento respecto a la quincena anterior (ligeramente por arriba del 0.26 esperado), con lo que a tasa anual se colocó en 4.79 por ciento.
Con ello, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), a tasa anual se situó en su menor nivel desde marzo de 2021, cuando el indicador se colocó en 4.67 por ciento.
Aún así, la inflación ya sumó 29 meses fuera del rango objetivo de entre dos y cuatro por ciento del Banco de México (BANXICO).
Al respecto, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, consideró que la inflación podría terminar este 2023 en 4.6 por ciento, es decir, fuera del rango objetivo del banco central.
“Los factores de riesgo que presionarían a la inflación son: 1) La inflación subyacente de mercancías que, aunque se ha moderado, sigue en niveles elevados; 2) La guerra entre Rusia y Ucrania que podría presionar nuevamente al alza el precio de los granos y 3) Presiones en los precios de servicios debido a una mayor demanda, los cuales podrían provocar un cambio de tendencia en el componente subyacente”, explicó la analista.
Para dimensionar el actual comportamiento de la inflación, cabe recordar que mientras en la primera quincena de julio de 2022 los precios al consumidor reportaron un avance de 0.43 por ciento quincenal, en el mismo periodo de este 2023 crecieron 0.29 por ciento.
¿Qué definió la inflación en la primera mitad de julio?
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), durante la primera mitad de julio, la inflación estuvo condicionada por el alza y baja de precios de varios productos y servicios.
En este sentido, entre los productos que mostraron las mayores bajas en sus precios, destacaron la uva (-17.77 por ciento); la papa (-2.26); jitomate (-3.00); huevo (-3.22); gas doméstico (-2.80); tomate verde (-3.49); y cine (-1.54 por ciento):
Por el contrario, los que mostraron las mayores bajas fueron aguacate (18.51 por ciento); transporte aéreo (15.89); cebolla (16.10); chile serrano (13.25); chayote (14.24); y naranja (8.74 por ciento).
El Índice de Precios de la Canasta de Consumo Mínimo (IPCCM) aumentó 0.15 por ciento quincenal y 4.40 por ciento a tasa anual. En el mismo periodo de 2022, creció 0.45 y 8.68 por ciento, respectivamente.
El INPC es un indicador económico que mide la variación promedio de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares del país a lo largo del tiempo. Estas variaciones de precios repercuten de manera directa en el poder adquisitivo y en el bienestar de las y los consumidores, por lo que el INPC es un indicador trascendente y de interés general para la sociedad.