Durante la primera jornada de la cumbre de líderes del G20 en Roma, Italia, Ase acordó establecer un impuesto mínimo global a las multinacionales para equilibrar el sistema tributario internacional.


Tras largas negociaciones y cuatro años de intenso debate al respecto se alcanzó el acuerdo, considerado histórico, sobre una solución basada en los pilares para afrontar los retos fiscales emergidos con la digitalización y la globalización de la economía.


Los jefes de estado de los 20 gobiernos participantes acordaron un impuesto minimo global a sociedades de por lo menos el 15 por ciento para lograr un sistema tributario más justo y evitar que se aprovechen del regímenes fiscales complacientes y no paguen impuestos donde operan.


uno d elos más entusiastas fue el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien celebró el acuerdo y aseguró que de esa manera la comunidad internacional ayudará a las personas al hacer que las empresas contribuyan pagando su cuota de impuestos.


El sistema se sustenta en dos bases, en donde la primera fija que el volumen del beneficio residual de las empresas, es decir, el restante después de que el pais donde esté la sede se haya quedado con el impuesto correspondiente al 10 or ciento de la rentabilidad, se repartirá entre los países donde operan.


El segundo establece un tipo mínimo de sociedades del 15 por ciento para las que tengan una facturación de por lo menos 750 millones de euros.