Hoy en día, el teléfono celular es un dispositivo que no sólo se limita para temas de comunicación. Debido a sus poderosos componentes electrónicos e informáticos, se ha convertido en un dispositivo que permite pagar y comprar prácticamente todo.

Así como es posible adquirir boletos de avión, ejercer inversiones, aplicar reservaciones para hospedaje o hacer transferencias de dinero, también es factible comprar automóviles, muebles, electrónicos, materiales de construcción, pagar impuestos, etc. Prácticamente todo.

En ese sentido, el comercio electrónico ya es parte de la actividad económica de México, a un grado tal que tan sólo en los últimos diez años duplicó su aportación al Producto Interno Bruto (PIB), al pasar de generar el 3.3 por ciento en 2013 al 6.4 por ciento en 2023, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Al interior de dichas cifras, destaca el crecimiento que reportó el crecimiento al por menor, el cual,  en 2013, aportaba apenas el nueve por ciento del total del PIB del comercio electrónico (el cual sumaba 564 mil 928 millones de pesos),  pero en 2023 escaló al 23.2 por ciento del total (dos billones 047 mil 362 millones de pesos).

De esta manera, del Valor Agregado Bruto (vab) que generó el comercio electrónico en 2023, 23.2 por ciento correspondió al comercio al por menor de bienes; 25.7 al comercio al por mayor de bienes y 51.1 por ciento, al resto de los servicios