El presidente Andrés Manuel López Obrador salió al quite del secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, para evitar que el General respondiera los cuestionamientos sobre el hackeo del grupo Guacamaya a los archivos de la Sedena.
En su mañanera de este día llevada a cabo en el estado de Tamaulipas, López Obrador impidió que el titular de la Sedena respondiera la pregunta hecha directamente a él y fue el presidente quien en su lugar y visiblemente molesto respondió con una serie de adjetivos, incluso insultantes, a quienes revelaron los resultados del hackeo.
“Quisieran que les ayudáramos a hacer el caldo gordo tratando el tema que fue un rotundo fracaso (…) Entonces como seguramente les costó mucho, imagínense cuántos estrategas, asesores, expertos y salió puque“, que en el diccionario de vocablos tabasqueños quiere decir podrido.
Y sin que el secretario de la Defensa Nacional se moviera de su silla para responder y dejar que el presidente diera respuesta al cuestionamiento, el titular del Ejecutivo Federal envió un mensaje a quienes han publicado las revelaciones del hackeo, en particular el periodista Carlos Loret de Mola, y les dijo que se dediquen a buscar otro asunto porque éste, afirmó: “ya no funcionó”.
Indignado aseguró que no va a manchar la Mañanera con esos temas. “Porque la Mañanera es un diálogo circular de comunicación, de muy buen nivel -dijo- no tiene que ver con la calumnia, no tiene que ver con la guerra sucia (…) para qué nos metemos en eso, cuando haya algo así que se apuren a buscar” y en tono de burla dijo que “Ya a Guacamaya se volvió Zopilote”
A finales del pasado mes de septiembre el grupo hacktivista Guacamaya logró obtener miles de documentos confidenciales de la Sedena en una compilación de seis Terabytes, situación sobre la que el General Secretario Luis Cresencio Sandoval no ha brindado explicación alguna.