Redacción

Prohibir el uso de plaguicidas químicos en el campo mexicano, como el glifosato, provocaría un impacto económico, caída en la producción de alimentos y aumento de precios de los cultivos.

Así lo dio a conocer la organización Protección de Cultivos, Ciencia y Tecnología (Proccyt), al precisar que la producción de alimentos podría contraerse en 137 millones de toneladas desde los 300 millones que se alcanzaron el año pasado.

Luis Osorio, director de Proccyt, precisó que dicha caída representaría perdidas en el valor de la producción de alrededor de 400 mil millones de pesos.

En nuestro país existen 33 iniciativas en el Congreso que buscan prohibir el uso de plaguicidas químicos por considerarlos altamente peligrosos por el impacto que generan en la salud y el medio ambiente, que incluso están prohibidos en otros países.

Incrementos de hasta 600%

Sin embargo, con base en la asociación que representa a 85 empresas dedicadas a la investigación y desarrollo, fabricación, distribución y comercialización de insumos agrícolas, la escasez de productos agropecuarios ocasionaría

incrementos en los precios al consumidor final de hasta 600 por ciento

Citó de ejemplo que el valor de la naranja aumentaría hasta 612 por ciento: el chile verde 89.1 por ciento; el maíz 84.8 por ciento, el aguacate 87.5 por ciento y el agave 245 por ciento.

En el Análisis del impacto económico de restricciones sobre la comercialización de plaguicidas en la producción cultivos relevantes del mercado agroalimentario mexicano, el organismo detalla una reducción de la productividad afectarían a 7 millones de puestos de trabajo directos e indirectos, que se generan por las actividades agrícola, donde se ubica el 11% de la población económicamente activa del país.

Según la organización, en México y a nivel internacional, a través de leyes, reglamentos y normas, la industria de la ciencia de protección de cultivos es de las más reguladas y que detrás de la creación de cada producto, existe un proceso de más de 11 años de investigación y desarrollo, así como un respaldo de más de 120 estudios de seguridad y eficiencia para evaluar el impacto agrícola, ambiental y de salud.