Redacción

El Senado mexicano aprobó este miércoles la polémica reforma para ceder al Ejército el control de la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad de más de 130 mil elementos creado por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, entre denuncias de “militarización ilimitada” de la oposición.

Tras una maratónica sesión que comenzó en la noche y terminó en la mañana, el Senado aprobó con 86 votos a favor del oficialismo y 42 en contra de la oposición la iniciativa constitucional de López Obrador para que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) administre la Guardia Nacional.

La propuesta también modifica el artículo 129 de la Constitución, que hasta ahora limitaba las funciones militares en tiempos de paz, y cambió el artículo 21 para eliminar la “garantía orgánica” que obligaba a que las instituciones de seguridad pública sean de carácter civil.

Con la modificación, que ahora deben avalar 17 de los 32 congresos estatales por ser una reforma constitucional, la “Guardia Nacional no será otra cosa más que una extensión del poder militar”, advirtió el senador Luis Donaldo Colosio Riojas, del opositor Movimiento Ciudadano (MC), durante la discusión del dictamen.

“Ahí está la trampa, cuando nos venden esta militarización disfrazada de civilidad, nos mienten. La seguridad no se construye con soldados en la calle, la seguridad se construye con oportunidades, con justicia, con instituciones que respondan a las necesidades del pueblo de México”, expresó.

López Obrador reemplazó la Policía Federal con la Guardia Nacional al principio de su gobierno, en 2019, para que fuese la principal estrategia para combatir la violencia, aunque en ese entonces prometía que se mantendría como una corporación civil.

Pero el presidente y los legisladores de su partido, el gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ahora argumentan que la Guardia Nacional necesita depender del Ejército para que tenga disciplina militar, no se corrompa y se fortalezca.

“El hecho que la Guardia Nacional se desarrolle dentro de la Secretaría de la Defensa Nacional implica que, sin importar el partido en el Gobierno, son instituciones transexenales que continuarán desarrollándose, consolidándose y fortaleciéndose”, alegó el senador Omar García Harfuch, de Morena.

Pese a estos argumentos, legisladores del Partido Acción Nacional (PAN) y el Revolucionario Institucional (PRI) denunciaron que la violencia no ha cedido.

Ricardo Anaya, del PAN, apuntó que el sexenio de López Obrador (2018-2024) terminará con cerca de 200 mil homicidios, por encima de los 160 mil de su antecesor, Enrique Peña Nieto (2012-2018), “lo que evidencia lo fallido de este esquema”.

Y Manuel Añorve, del PRI, afirmó que, “con la militarización” de la Guardia Nacional “el oficialismo está confesando su incapacidad” de darle seguridad a México, pues busca culpables en el pasado y quiere que el Ejército cargue con su “incompetencia”.