La ASEA presume cuidar al ambiente en el sector energético, pero en los hechos su actuación parece más punitiva que preventiva.

Desde 2015, esta agencia federal —adscrita a Semarnat— asumió el control de los permisos ambientales para gasolineras, ductos y terminales. En lugar de ordenar el sistema, lo ha vuelto más incierto: cientos de estaciones han sido clausuradas por no tener “autorización vigente”, aunque contaban con permisos estatales válidos al momento de su construcción.

La ASEA aplica reglas nuevas de forma retroactiva. Documentos legales en su momento, hoy son desechados. El resultado: estaciones cerradas sin contaminar ni causar accidentes, solo por no tener el sello “correcto”.

Esto ocurre en Michoacán, Coahuila, Puebla, Tlaxcala, donde la agencia no distingue entre incumplimiento y cambios normativos. Todo se clausura.

De 2,300 inspecciones entre 2022 y 2024, al menos 400 terminaron en cierres parciales o totales, nos cuentan. ¿El motivo? Trámites vencidos, no riesgos reales.

Y mientras el precio de los combustibles sigue topado, las ganancias de los empresarios caen. La ASEA inspecciona con rigor, pero sin ofrecer vías claras de regularización. Si alguien quiere ponerse al día, no hay orientación.

¿Así quién invierte?

Si un permiso válido puede anularse años después, ¿qué certeza ofrece el Estado? Cuidar el ambiente es clave, pero no con reglas que cambian sin aviso y castigan incluso a quien cumplió.

La ASEA debería dar certeza, pero hoy siembra temor.

Y eso también contamina.

Y Sepa La Bola pero la ciudad de

Los Ángeles parece un infierno para los migrantes. Protestas violentas, calles cerradas y tensión creciente.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue señalada por algunos como instigadora tras declaraciones ambiguas sobre la movilización de mexicanos en el exterior. Molesta por el acoso a los migrantes pidió hacer movilizaciones, y eso se utilizó para acusarla de haber instigado a los actos vandálicos observados en las protestas. El tema es a toda vista un exceso por parte de las autoridades norteamericanas, para victimizarse y mantener su postura de excesos y discriminación.

Seguramente la comunidad latina, que antes le dio su apoyo al empresario, ahora presidente,  se lo cobrará en las intermedias.