Redacción

Germán Valdés mejor conocido como Tin Tan es recordado como uno de los mejores actores y comediantes que México a dado, su faceta durante la Época de Oro del cine mexicano marcó un parte aguas dentro de la comedia en el país. Sin embargo los papeles que interpretó como actor de doblaje también son de los más queridos.

Fuera de las más de 100 películas en las que participó y de haber formado parte de doblajes importantes dentro de Disney su fama se debía principalmente a que era una persona extremadamente carismática, sencilla y cercana a su público.

Tsekub Baloyán fue uno de los últimos personajes que Valdés interpretó en cintas como Chanoc en las garras de las fieras, Chanoc contra el tigre y El vampiro y Chanoc contra las tarántulas; a los 55 años, su único deseo era entretener a los niños.

Sin embargo, a pesar del esfuerzo, llegó un punto en el que el actor ya no tenía papeles estelares en los filmes. Conformándose con personajes secundarios.

Pocas de esas cintas que hizo son recordadas como memorables, pues pasaban sin pena ni gloria y ya no era visible ese toque lo consolidó en sus primeros proyectos. Por otra parte, se ha dicho que la comunidad cinematográfica del país nunca lo reconoció por su trabajo actoral; una queja constante es que nunca fue siquiera nominado a un premio Ariel.

La última película de Germán Valdés fue todo un sueño hecho realidad para sus fanáticos, pues logró juntar a sus hermanos Ramón Valdés y Manuel El Loco Valdés en El capitán Mantarraya, dicha cinta fue financiada, producida y protagonizada por intérprete de “El rey del barrio”.

Germán perdió buena parte de su fortuna (si no es que toda) luego de que un magnate estadounidense perdiera la vida en un accidente aéreo. Se supone que el actor, para ahorrar y no gastar su fortuna, concedió parte de sus propiedades a la firma que le pertenecía a Joe Manny.

Con la muerte de este magnate, Tin Tan tuvo que entrar a juicio para saber si podía recuperar sus bienes. Probablemente no lo logró, puesto que años más tarde seguiría perdiendo terrenos. En 1966 se supo que, a causa de una deuda, Valdés perdió una finca que tenía en San Ángel y donde vivía con su familia; poco después le embargaron otra propiedad que tenía en Acapulco.

Se dice que muchas veces pedía financiamiento para sus películas, para producir parte de ellas se endeudaba y terminaba en juicios por no poder cubrir los gastos. Quizá uno de sus momentos más dramáticos fue en 1969 cuando se reportó que Germán Valdés fue encarcelado por cinco horas.

La causa de su arresto se debió a que intentó usar un cheque de 13 mil pesos que no tenía fondos. Luego de llegar a un acuerdo, el actor tuvo que dar 5 mil.

Con el tiempo se sabría que padeció de hepatitis, que luego que sería diagnosticado con cáncer de páncreas sin posibilidad de tratamiento.

Una de las pocas personas que estuvo al tanto fue su hermana Guadalupe Valdés, quien junto con Rosalía Julián, última esposa del actor, decidieron no notificarle su crítico estado de salud.

Rosalía ha dicho que Germán pasó los últimos momentos de su vida feliz y sin preocuparse mucho por su situación económica.

Se ha comentado que no dejó una gran herencia monetaria tras su muerte, pues se tiene registrado que pudieron cobrar un seguro de vida por parte de la Asociación Nacional de Actores (ANDA) por 40 mil pesos.

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