Redacción

Las monedas, al igual que los billetes, se pueden falsificar, por lo que el Banco de México (Banxico) ha compartido una serie de medidas para verificar su autenticidad y evitar ser sorprendido con dinero falso.

Las monedas cuentan con elementos de seguridad y detalles específicos que demuestran su originalidad, para conocerlos Banxico recomienda hacer un examen al tacto, visual y comparativo.

Examen al tacto

Ensamble: en las monedas bimetálicas, no debe percibirse ningún borde en la unión del anillo perimétrico con el centro de la moneda.

Canto: éste puede ser liso, estriado (serie de ranuras paralelas en el espesor o canto de la moneda), estriado discontinuo (combinación de ranuras paralelas y partes lisas) o con una ranura perimetral.

Si presenta rebabas u otras irregularidades puede tratarse de una moneda falsa.

Textura: una moneda debe presentar una textura lisa. En caso de sentirse resbalosa o jabonosa, podría tratarse de una moneda fundida y, por tanto, falsa.

Examen visual

Color: éste es característico y único debido a que durante su fabricación se unen dos o más metales mediante fundición.

El color se fija cuando se funden los metales y permanece sin cambios durante toda la vida de la moneda.

Brillo: éste se obtiene durante la acuñación de la moneda y, al igual que el color, es característico para cada aleación.

Lisura: las partes de la moneda que no tienen grabado deben ser lisas, uniformes y sin porosidades.

Desgaste: si la moneda tiene un desgaste regular u homogéneo (parejo), o tiene una falta de nitidez general en el grabado, puede tratarse de una moneda falsa.

Imagen latente: permite observar un cambio de imagen cuando la moneda se mueve para verla desde distintos ángulos.

Microtexto: es un texto de tamaño muy pequeño, por lo que se requiere una lente de aumento para leerlo.

Estas dos últimas características se encuentran en las monedas de 20 pesos de la familia C1. La primera moneda de esta familia fue la conmemorativa de los 500 años de la fundación de la ciudad y puerto de Veracruz, que se puso en circulación el 22 de abril de 2020.

Examen comparativo

En caso de dudar de la autenticidad de una moneda, se puede comparar en su peso, diámetro y espesor, con otra que tenga la seguridad de que es auténtica. Cualquier diferencia que se note en el peso, diámetro o espesor, puede indicar que se trata de una moneda falsa.

¿Qué hacer si se sospecha de la autenticidad de una moneda?
En 2019 fueron detectadas más de 28 mil monedas falsas, principalmente de 10, debido a que son más redituables a los delincuentes, y 5 pesos.

Dicha cifra representa un incremento de 64 por ciento comparado con 2018 cuando el Banxico recibió poco más de 17 mil piezas falsas.

Para evitar que continúe su circulación el Banco de México, sugirió que cuando se sospeche de la autenticidad de una moneda, se lleve a las sucursales bancarias donde se entregará un formato llamado “Recibo de Retención de Monedas Metálicas y/o Billetes Presuntamente Falsos o Alterados”.

La institución contará con 20 días hábiles para entregar la pieza a Banxico, y a su vez, para que este haga el análisis y publique el resultado dispone de un máximo de 10 días hábiles.

Si la pieza resulta auténtica, el banco que retuvo la pieza reembolsará el importe correspondiente. Si la pieza resulta ser falsa o alterada, quedará bajo guarda y custodia del Banco de México y el dinero no se podrá recuperar.

Pidió además evitar hacer pagos con ésta, debido a que es un delito federal que se castiga hasta con 12 años de prisión.