La variante ómicrón ya provocó el ausentismo laboral de 23 por ciento de la plantilla de trabajadores del sector industrial del país, aseguró el presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Enoch Castellanos Férez.

A esto se suma que a partir del inicio de la crisis sanitaria y la contracción económica que provocó en la planta productiva nacional, del 2020 al 2021, un millón de empresas, tanto formales como informales, cerraron sus puertas para siempre.

El líder industrial señaló lo anterior en conferencia de prensa para dar a conocer la Convención Nacional de Industriales 2022 que se llevará a cabo del 24 al 25 de febrero en la ciudad de León Guanajuato en un formato híbrido.

Dijo que el ausentismo laboral no es responsabilidad de las empresas, toda vez que resulta evidente que fue durante las fiestas decembrinas cuando se dieron los contagios “y estas personas regresaron a las empresas y se contagiaron entre sí”.

En las cifras internas de los afiliados a Canacintra el ausentismo laboral es de alrededor de 23 por ciento por incapacidades registradas con el mecanismo Permiso Covid-19 instrumentado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

“Pero hay más afectaciones a las empresas, toda vez que derivado de los contagios la gente cambia de turno, pide vacaciones o de plano dice a la empresa que está infectado y nosotros, como empresa, tenemos que aplicar pruebas para evitar que haya más contagios de más personal”, expuso Castellanos Férez.

Indicó que el ausentismo laboral, sin pandemia, es de 3.0 por ciento anual; entonces “sí tenemos un brinco del 20 por ciento por el tema de Covid”.

A su vez, el presidente de Canacintra dio a conocer que durante los dos años de pandemia, han cerrado un millón de empresas, con lo que la planta productiva del país se redujo de cinco millones, a cuatro millones de unidades económcias.

Precisó que el millón de empresas que desaparecieron fueron de todo tipo, “tanto formales como informales”, mientras que el impacto por sectores fue principalmente orientados al sector de servicios, turismo y restaurantes.

Mientras que aquellas empresas orientadas a la fabricación de dispositivos médicos y alimentos, ya sea procesados o frescos siguieron con sus ventas porque  “la gente tenía que seguir alimentándose”.