Redacción

La temporada navideña trae consigo una serie de delicias tradicionales. Sin embargo, entre las golosinas típicas y los manjares festivos, a menudo se pasa por alto un pequeño pero poderoso tesoro nutricional: las avellanas. Estos frutos secos, muchas veces presentes en nuestras mesas navideñas, ofrecen mucho más que su exquisito sabor; son un verdadero regalo para la salud.

Las avellanas, provenientes del árbol Corylus avellana, son una fuente nutricionalmente densa y versátil. Su riqueza en grasas saludables, incluyendo ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, las convierte en aliadas fundamentales para la salud cardiovascular.

¿Por qué son tan buenas las avellanas?

Las avellanas están cargadas de proteínas, fibra, vitaminas como la E y del complejo B, y minerales esenciales como el magnesio y el fósforo. Estos nutrientes no sólo promueven la salud de la piel, el sistema nervioso y óseo, sino que también poseen propiedades antioxidantes que combaten el estrés oxidativo y la inflamación.

Una sola onza (28 gramos) de avellanas ofrece un aporte nutricional significativo: 164 calorías, 6 gramos de proteínas, 14 gramos de grasas y 6 gramos de carbohidratos.

Además, contienen cantidades valiosas de vitaminas y minerales, como el 20 por ciento del valor diario recomendado de vitamina E, el 25 por ciento de magnesio, el 50 por ciento de manganeso, el 20 por ciento de fósforo, el 15 por ciento de cobre y el 10 por ciento de potasio.

¿Qué significa esto para la salud?

Las avellanas se erigen como defensoras de nuestro bienestar:

Reducen el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.
Promueven la salud digestiva.
Ayudan en el control del peso.
Protegen las células cerebrales del daño.

Su versatilidad culinaria las convierte en un ingrediente apreciado en diversos platos, desde ensaladas hasta postres, añadiendo un sabor único y una textura exquisita. La mantequilla de avellanas también ofrece una opción sabrosa y nutritiva para aquellos que buscan alternativas saludables en su alimentación diaria.

Importancia de la vitamina E

La importancia de la vitamina E presente en las avellanas no puede subestimarse. Este antioxidante esencial protege las células del daño causado por los radicales libres, contribuyendo así a prevenir el envejecimiento celular y reducir el riesgo de enfermedades crónicas. Además, es crucial para el sistema inmunológico, la salud de la piel y la vista.

Estas pequeñas joyas nutricionales no sólo son una adición exquisita a las celebraciones navideñas, sino que también son aliadas vitales para mantener un cuerpo sano durante todo el año. Al incorporar las asombrosas avellanas a tu dieta, estás brindando a tu cuerpo un festín de nutrición y sabor.