Exige la UNA modificar decreto para asegurar importaciones del grano amarillo
Para dar certidumbre al pleno desarrollo de la industria avícola mexicana, es necesario que se, modifique y aclare, a través del Diario Oficial de la Federación (DOF), que la prohibición del uso de maíz genéticamente modificado (OGM), no es aplicable al consumo del sector pecuario, manifestó la Unión Nacional de Avicultores (UNA)
El presidente del organismo, David Castro Monroy, recordó que en una consulta que realizaron en abril de 2021, la Secretaría de Desarrollo Rural (Sader) les respondió que el decreto del 31 de diciembre de 2020, en que se prohíbe el uso de maíz genéticamente modificado, no incluye al maíz para consumo animal, toda vez que su ámbito de aplicación corresponde únicamente al consumo humano.
Publicar la respuesta de Sader en el DOF, agregó Castro Monroy, ofrecerá espacios de diálogo entre los sectores involucrados para la planeación y ejecución de programas que nos lleven a la autosuficiencia de la producción nacional de maíz destinado al consumo pecuario.
La modificación en el decreto consideró aseguraría el acceso de los productores pecuarios a las importaciones de maíz amarillo, suficiente para cubrir las necesidades de la producción de proteínas de origen animal, agregó el organismo.
Demanda supera la oferta
El consumo nacional de maíz blanco y amarillo es superior a 42 millones de toneladas, mientras que la producción nacional es de 28 millones de toneladas.
En un comunicado, los avicultores indicaron que solamente para el sector pecuario, el consumo de maíz es de 20 millones de toneladas y representa 47% del total nacional.
La avicultura, agregaron, genera más de 1.2 millones de empleos directos e indirectos en todo el país.
El decreto publicado el 31 de diciembre de 2020 en el DOF establece que, a partir de 2024, se prohibirá de manera progresiva el uso de glifosato y la importación de maíz genéticamente modificado.
Sin embargo, en días recientes y ante la presión del gobierno de Estados Unidos, principal abastecedor de maíz transgénico, el gobierno mexicano propuso a su principal socio comercial, ampliar a 2025, el plazo para comenzar a prohibir las importaciones de maíz genéticamente modificado para consumo humano.