El presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró que el incremento en los índices inflacionarios de los últimos días “no es para alarmarse”, pese a que dos meses consecutivos se registraron incrementos en la tasa, que es por encima de sus pares en América y recomendó que el Banco de México debiera salir de sus métodos ortodoxos.

“Ya pensamos que va a bajar más, no vamos a dejar de enfrentar el problema inflacionario, nos preocupa y nos ocupa, pero no es para alarmarse”, dijo el mandatario desde su conferencia matutina celebrada este viernes en el estado de Jalisco.

Esto luego de que la inflación general en el país alcanzó 7.91 por ciento en enero pasado, por encima del 7.82 por ciento de diciembre del año 2022, el mayor valor para un cierre de año en lo que va del siglo.

Estos resultados están provocando  el aumento en la tasa de interés de referencia del Banco de México, sobre lo cual dijo que “si, yo creo que ya es el último incremento, que por cierto, no fue muy superior a lo que se esperaba, no llegó ni a un punto”.

Insistió en que el banco central debería dejar de lado el modelo ortodoxo en el que, si sube la inflación sube la tasa de interés interbancario y que pensara en el crecimiento económico del país.

“Yo quisiera que el Banxico no sólo se ocupara del control de inflación, sino que también pensara en el crecimiento económico porque esa fórmula de que si hay incremento de inflación aumentan las tasas, que es lo que se aplica a nivel mundial, pues es lo ortodoxo”, dijo. Dijo que se tiene que pensar en otras acciones, como lo que hace su gobierno de apoyar la actividad productiva, de no aumentar los precios de las gasolinas, el diésel, el gas y la luz, lo que no recomiendan en ningún banco central del mundo.