La disparidad de precios es una constante en cualquier producto y servicio. Por ello, resulta oportuno ejercer un consumo inteligente para comparar costos y calidad, sobre todo cuando se trata de bienes de uso duradero, como el caso de la línea blanca y electrónicos, pues a mayores precios, mayores diferencias económicas.
En este sentido, al comprar productos como refrigeradores, lavadores, estufas o reproductores de audio, los ciudadanos deben evitar compras impulsivas para evitar gastos que pueden dañar sensiblemente la economía familiar.
Las barras de sonido no están ajenas a disparidad de precios y muestra de ello son los resultados del programa “Quién es quién en los Precios” de la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO). Dichos parlantes registran diferencias en sus precios que superan el 45 por ciento.
Un caso es la barra de sonido de la marca Sony, modelo HT-S100F, 2.1, la cual tiene un precio de tres mil 599 pesos en la Bodega Aurrerá, de Cuautitlán, mientras que en la misma cadena comercial pero en la sucursal Plaza Atizapán dos mil 699 pesos, es decir, 900 pesos (33.3 por ciento), más barato.
Un ejemplo más es el de la marca Hisense, modelo HS205, el cual se vende en mil 999 pesos en La Comer, sucursal El Dorado, pero en el WalMart de Echegaray tiene un costo de mil 499, es decir, 33 por ciento (500 pesos), más económico.
Un caso relevante es la barra de sonido marca Samsung, modelo HW-T420, pues en la tienda LaComer de Torres Satélite tiene un precio de tres mil 999 pesos, pero en la misma cadena comercial, pero sucursal El Dorado, se vende en dos mil 748 pesos, lo que implica una diferencia de 45.5 por ciento (mil 251 pesos).
Por ello, la recomendación de la PROFECO en aplicar un consumo inteligente, pues de esa manera se podrán