Por Diana Domínguez Galván
En este 2020, la industria automotriz insistirá en impulsar, junto con el gobierno, un programa de Estímulo al Financiamiento Automotriz, que saque al sector de la crisis en la que está inmerso desde hace más de 30 meses y que se agudizó en el año 2019 con la incertidumbre económica entre los consumidores.
Al concluir el año 2019 se calcula que la caída del sector estuvo en alrededor del siete por ciento con la comercialización de entre un millón 304 mil y un millón 310 mil unidades, en tanto que para el año 2020 el organismo estima que las ventas caerán de nuevo a un millón 250 mil unidades aproximadamente.
Y es que a pesar de que “las ofertas de crédito se encuentran disponibles, hay una competencia muy importante entre las financieras y los bancos, seguimos teniendo un problemas de demanda, derivado, en buena parte por la incertidumbre y la desconfianza. Por eso nosotros insistimos en que del lado del sector público hacen falta señales mucho más definitorias para promover la confianza e insistimos en que un programa de Estímulo al Financiamiento para la Adquisición de Vehículos debe de ser lanzado a la brevedad”.
El director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (Amda), Guillermo Rosales Zárate, dijo que al sumarse 31 meses consecutivos de retroceso en ventas, desde julio del año 2017, “nuestro mercado interno automotor se encuentra en crisis”.
En este contexto, es importante analizar los indicadores macroeconómicos en donde se observa desde finales del año 2014 una caída en la Inversión Fija Bruta, es decir, inversión en plantas productoras, que no ha mejorado hasta el momento.
Esta disminución de la inversión fija bruta nos preocupa ya que dentro de sus componentes lo que más disminuye es la adquisición de maquinaria y equipo. “Esto lo que significa en pocas palabras es que se está invirtiendo menos en la generación de nuestras plantas productivas y esto trae como consecuencia una desaceleración”, lo que tiene implicación directa en el estancamiento del consumo privado.
El consumo privado, sobre todo el de los hogares, es el principal motor que favorecía al buen desempeño del mercado interno automotor y ahora se encuentra estancado y las expectativas en este sentido siguen siendo negativas.
“Necesitamos que se mejoren las señales para los consumidores, para los inversionistas y podamos revertir esta crisis en el mercado interno” porque más del 60 por ciento de los vehículos se adquieren a través de un financiamiento de tres a cinco años, lo que necesita confianza para darse.
Dentro de esta crisis de la industria, los distribuidores han llevado a cabo un acercamiento importante a los consumidores a través de promociones y una vez que los clientes ya invirtieron más de tres meses en la selección del vehículo adecuado a sus necesidades, acudieron a en promedio a tres empresas distribuidoras, verificaron físicamente lo que habían investigado en Internet, levantaron una solicitud de crédito que fue autorizada e incluso dieron anticipos, evitan adquirir el vehículo en el momento final.
“No se está tomando la decisión final como consecuencia de la incertidumbre. Por eso es que necesitamos un impulso muy importante del lado del gobierno para promover la adquisición