Por aceptar soborno del narcotráfico, la Fiscalía de Estados Unidos pidió que Genaro García Luna sea condenado a cadena perpetua, pero otras voces, las de mexicanos víctimas de sus abusos, también lo desean.

Durante la época en que García Luna era el encargado de la seguridad de pública de México, se cometieron muchos delitos de fabricación de culpables que han quedado impunes. Lo peor es que es muy difícil ayudar a esas personas a salir de prisión, donde fueron reclusidos, acusados de delitos muy graves, como secuestro y sicariato.

En los último meses he conocido de varios casos que en Contra Réplica iremos presetando, para darle voz a esas víctimas que de tan vulnerables, fueron utilizados para los fines políticos.

Está, por ejemplo, el caso de Dulce, quien estuvo ingresada en Almoloya de Juárez, acusada de delincuencia organizada y secuestro. Este año fue liberada, tras 20 años, y lo increíble es que fue lierada pero sin sentencia. Sin embargo, sigue bajo proceso ¿pueden creerlo?

Su jefe, quien tenía un seguro ante secuestros, y la acusó tras meses de haberse cometido el delito. Fue su palabra contra la de su trabajadora que dejó a un niño de tres años esperándola.

Este tipo de casos se da con mucha facilidad en países con debilidad en su sistema de justicia, el cual atañe también a policías e inestigadores, y no sólo es un tema de jueces.

Otro relato es el de Francisco Javier Cruz, habitante de Ecatepec, que tras 16 años encarcelado fue encontrado inocente tras ser detenido en enero de 2008. Tras una constante tortura, lo presentaron como sicario de Joaquín “El Chapo Guzmán”, con la encomienda de asesinar nada menos que al subprocurador de Delincuencia Organizada, Jose Luis Santiago Vasconcelos, mejor conocido como el zar antidrogas, acaecido a los meses en la caída de un avión donde viajaba con el entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Muriño.

García Luna y Santiago Vasconcelos eran muy cercanos.

A Francisco y a otros dos hombres los señalaron como ex militares, miembros del cártel del Pacífico primeramente, pero durante el larguísimo juicio lo vincularon con otros grupos del narcotráfico. Los exhibieron ante los medios, los usaron para sus fines y los mantuvieron en reclusión, donde permanecieron en silencio ante las constantes amanazas. Uno murió al quedar mal de la tortura que le impusieron.

Esos son otros delitos que quedarán impunes, pues no hubo quien los ayudara en su propio país, y señalan la mano de García Luna, quien ahora está en una cárcel mucho peor que a las que mandó a estas humildes personas, porque esa fue la característica de sus víctimas.

Y Sepa La Bola pero ante el pleito candante entre los grupos parlamentarios del oficialismo y la oposición, tuvieron que salir al quite los diversos lideres, y en el marco de la discusión de la Reforma a la Guardia Nacional, pidieron mesura, evitar los insultos, el lenguaje violento y levantar la participación en tribuna.

Allí, se dijeron tristes de que la contra parte los descalifique y no los escuche. Morena y aliados pidieron respeto para ellos y para su líder moral, el presidente Andrés Manuel López Obrador, y el mismo Ricardo Monreal aseguró que no son una banda de incondicionales; y recordó que antes, cuando ellos etsban del otro lado, les pasaban la aplanadora. Pidió no seguir con el enfrentamiento pese a esta en diversas trincheras, y que no hay derrotas para siempre. Unos buscarán el poder, y otros tratarán de mantenerlo, así de claro lo dijo.

Fue un momento de tregua en que se intentó hacer las paces, e incluso Rubén Moreira, pidió un “Viva México”, entre todos, y luego de la reticencia del bloque mayoritario sus voces se unieron, para luego volver cada quien a lo suyo.