• Alrededor de 350 migrantes se manifestaron ante el Instituto Nacional de Migración para exigir que se agilicen sus trámites de visas humanitarias

Red de corresponsales

Integrantes de la caravana migrante acusaron este lunes 20 de diciembre al Gobierno mexicano de incumplir con el acuerdo al que llegaron el pasado jueves para regularizar a las más de 500 personas que forman el colectivo.

Un grupo de 350 personas llegó al Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad de México para quejarse de la “lentitud” del proceso para otorgarles visas humanitarias y permisos de residencia permanentes. Las autoridades migratorias decidieron atender a los integrantes de la caravana en grupos de 30 personas, dando prioridad a mujeres y niños.

Para Irineo Mujica, director de la organización Pueblos Sin Fronteras y representante de los migrantes ante el Gobierno mexicano, el INM “quiere mantener a la caravana secuestrada en Ciudad de México”.

En el acuerdo de la semana pasada,México se comprometió a atender las solicitudes de cada uno de las personas que pernoctan desde el 12 de diciembre en la Casa del Peregrino, cercana a la Basílica de la Virgen de Guadalupe, y facilitar el tránsito de quienes quieran seguir su paso hacia Estados Unidos otorgándoles visados por razones humanitarias.

Fátima Vanessa, salvadoreña de 23 años, escapó de su país con su hijo de 6 años y su madre, después de que las pandillas asesinaran a su hermano y las amenazaran con hacerles lo mismo.

“Nos tienen que dar la documentación a todos, no de 30 en 30, no podemos seguir perdiendo el tiempo”, se quejó Vanessa en declaraciones a Efe mientras hacía fila para exponer su caso en el INM junto con una quincena de madres y niños.

Los representantes de la caravana tendrán más tarde una nueva reunión con la Secretaría de Gobernación en donde insistirán en la idea de que se atienda a todos al mismo tiempo.

Otro de los puntos en el acuerdo entre Gobierno y caravana es el respeto a los derechos humanos de quienes transitarán por el país hacia Estados Unidos.

Los migrantes se quejan de que, al hacerlos esperar hasta dos semanas para que se cubra el 100% de la caravana, también se les están vulnerando sus derechos.

Sara Traña, costarricense de 16 años, estuvo cuatro meses en Tapachula, en el estado de Chiapas, en la frontera sur con Guatemala, y siente que el INM tiene la capacidad de resolver todas las peticiones en cuestión de pocos días.

“No somos 8,000 personas, somos pocos, es difícil imaginar que no tengan la capacidad como para solucionar nuestros papeles al mismo tiempo”, dijo.

México vive una ola migratoria sin precedentes al registrar 123,000 solicitudes de asilo solamente en los primeros 10 meses del año, cuando en años anteriores la cifra solía llegar a unas 40,000.

Ante la lenta respuesta de las autoridades con la causa, el pasado sábado 18 de diciembre alrededor de 100 migrantes que se dirigen a pie hacia el norte desde la frontera guatemalteca se congregaron para conmemorar el Día Internacional del Migrante y recordar a quienes igual que ellos emprendieron el viaje pero fallecieron en la travesía.

Los migrantes hicieron énfasis en dos de los eventos más trágicos ocurridos en México, el primero fue la masacre de 72 migrantes que el cartel narcotraficante de Los Zetas perpetró en 2010 en el estado de Tamaulipas y el otro el reciente accidente de tránsito en Chiapas que causó la muerte de 56 personas y que dejó 110 heridos.

Bajo la consigna de “Migrar es un derecho humano”, cientos de migrantes se encuentran en un limbo de incertidumbre, varados en la Ciudad de México esperan que autoridades respeten los acuerdos previamente establecidos y, a su vez, puedan agilizar sus procesos migratorios para establecerse legalmente en el país o, en muchas otros casos, lograr llegar a Estados Unidos lo más pronto posible.