• México se encuentra entre los 60 países que menos pruebas de coronavirus hace a sus habitantes

Red de corresponsales

México encabeza el listado de la Universidad Hopkins como el país con el índice de mortalidad por COVID-19 más alto de todo el mundo. Duplica, según dicho análisis, el del país que le sigue en la fila. En sí, el dato resultaría catastrófico porque significaría que se mueren más contagiados en territorio mexicano que en aquellos países que encabezan el lamentable conteo de fallecidos por esa enfermedad. Pero se trata de una cifra alterada por una variante decisiva para su cálculo: el número de pruebas realizadas. Y precisamente en ese punto el país azteca sí se ha posicionado como uno de los que menos testeos realiza.

Tan incierto como el propio virus resulta el baile de cifras propiciado por el COVID-19: contagios, muertes, pruebas realizadas, tamaño de población… y todo con su respectiva estimación entre lo reportado de manera oficial y el número real. A partir de cada uno de eso números se calculan otros como el índice de positividad, que se refiere a qué tan alta es la tendencia de contagio, o el de mortalidad, que apunta a cuántos de los contagiados del virus han fallecido.

La Universidad Hopkins es una de las instituciones que desde el inicio de la pandemia han hecho un constante recuento estadístico, por país, de tales datos. En su última actualización, México aparece como el país con el mayor índice de mortalidad por Covid con un 7.5%. Le sigue Bulgaria con 4.1%. Y después Hungría con 3.1%. Estados Unidos o Brasil, que se encuentran en el top 3 de los países con mayor número de fallecidos, tienen porcenajes de 1.5 y 2.8, respectivamente.

“El índice de mortalidad que tiene México es un reflejo del poco número de pruebas que se realizan en el país”, advierte en tono aclarador, la Dra. Laurie Ann Ximénez-Fyvie, Doctora en Ciencias Médicas por la Universidad de Harvard, rechazando completamente que la desorbitante cifra sea, en efecto, porque México es el país en el que más personas se mueren por el virus, como ya muchas críticas al gobierno lo han apuntado.

De acuerdo con el portal estadístico Worldometer, México se encuentra entre los 60 países que menos pruebas de coronavirus hace a sus habitantes. Para dar una idea en cifras: se contabilizan ya unos 4 millones 29 mil 274 contagios desde que el virus llegó al país. Pero solo se han realizado 12 millones 515 mil 177 pruebas en total. Con 130 millones de habitantes, esa cifra resulta casi inútil para obtener una muestra objetiva. Se trata de 95 mil 551 hechas por cada millón de habitantes.

Así, mientras el gobierno federal señala que el subregistro de defunciones por el virus sería del 1.5%, el número de contagios ocurridos en México muy probablemente sea exponencialmente mayor a eso, hasta 30 veces mayor, advierte la Dra. Laurie Ann.

La especialista subrayo que el índice de mortalidad se calcula dividiendo la cifra de defunciones entre el número de contagios reportados. “¿Por qué México tiene siempre el índice de mortalidad más alto de todo el mundo? porque hace muy pocas pruebas, entonces detecta muy pocos casos. Es decir, no sabemos en realidad cuál es el índice, porque este siempre ha estado sobreestimado porque no se detectan suficientes casos”.

En mismo sentido se pronunciaba el Doctor en Ciencias Matemáticas, Arturo Erdely, en un entrevista para este medio. “El número de pruebas tan restringido que se aplica en México provoca niveles de positividad y letalidad artificialmente elevados, que hacen que no sean comparables con otros países”.

Desde mediados del año pasado se empezaron a implementar diversos módulos de vacunación al menos en la capital mexicana. Se inició en 34 colonias, que luego pasaron a se 70. Este inicio de año , la jefa de Gobierno recordó que la ciudadanía tiene a su disposición tres opciones para acceder a una prueba COVID-19 gratuita: en 117 Centros de Salud, 8 módulos en centros comerciales y los Módulos de Atención Respiratoria del Seguro Social (MARSS), donde se puede acceder al servicio sin ser derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Sin embargo, han resultado ser insuficientes ya que operan con grandes filas cada día.

Así, lo publicado por la Universidad Hopkins no quiere decir que sea el país en el que el COVID-19 es más mortal, sino que, debido a que México ha limitado sus pruebas a los casos con síntomas y de gravedad, no se toma en cuenta a los contagios leves o asintomáticos al momento de calcular el nivel de mortalidad, lo que hace que resulte significativamente alterado.