Durante la menopausia 8 de cada 10 mujeres que acuden a consulta refieren síntomas como sofocos (bochornos), sudoración nocturna y cambios tanto en la vagina, como en la uretra y la vejiga urinaria (atrofia vaginal), los cuales pueden mejorar si reciben terapia con citalopram, señaló la doctora Patricia Loranca Moreno, encargada de la Clínica de Peri-postmenopausia y metabolismo óseo del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).

La especialista que formó parte del grupo de investigadores que realizó el ensayo clínico aleatorizado “Citalopram mejora el síndrome vasomotor y el síndrome urogenital de la menopausia en mujeres mexicanas”, dijo que esta terapia demostró superioridad frente al tratamiento tradicional con fluoxetina para tratar  los síntomas que genera la disminución de los niveles de estrógenos al terminar la edad reproductiva.

Detalló que el síndrome vasomotor (SVM) se caracteriza por episodios de calor, depresión, tristeza y euforia, que vulneran el estado de ánimo de las mujeres que lo padecen y es el principal motivo de consulta en mujeres durante el climaterio, mientras que el síndrome urogenital de la menopausia (SGM) causa resequedad e inflamación de las paredes vaginales, urgencia de orinar y sensación de ardor y molestias durante las relaciones sexuales, entre otros.

Mencionó que algunos de los síntomas pueden presentarse incluso dos años antes de la menopausia y en edades de adultas jóvenes de 38 años, siendo necesario atenderlos en cualquier caso para mejorar la calidad de vida de las mujeres.

“Cuando el nivel de estrógenos disminuye de manera abrupta, el primer órgano que se afecta es el cerebro y la zona termorreguladora, por eso los cambios de ánimo y los sofocos. La terapia con citalopram mostró que 80% de las pacientes tuvieron mejoría y mayor apego al tratamiento, una mejoría ocho veces mejor que quienes recibieron fluoxetina no solamente en el área psicológica, sino también en la esfera urogenital dándoles una mejor calidad de vida”, destacó la doctora Loranca Moreno.

Explicó que el citalopram es un antidepresivo que propicia la recaptura de la serotonina un neurotransmisor relacionado con las emociones y el estado de ánimo, ayudando a reestablecer la comunicación entre los nervios y tratar la depresión sin causar adicción, ya que otro resultado del ensayo clínico fue que las pacientes podían dejarlo de un día para otro sin presentar un cuadro de abstinencia.

Recordó que las mujeres son más propensas a sufrir depresión por la relación de los estrógenos con el sistema nervioso central, situación que aumenta durante la menopausia y postmenopausia, por lo que se recomienda que visiten al médico para recibir la mejor terapia.