De acuerdo al experto, Henry Cortés González, para un niño la pérdida de un animal de compañía puede ser tan dolorosa como la de un ser querido humano, por lo tanto hay que permitirle que recorra todo el proceso de un duelo sin apenarse por la pérdida de un compañero no humano.

La longevidad de los animales de compañía es menor que la de los seres humanos lo que significa que tarde o temprano un niño tendrá que afrontar está dura y penosa situación.

El experto recomienda que no se debe actuar a escondidas, ya que el desconsuelo del niño será mayor al regresar a casa y descubrir que su mascota desapareció sin tener la oportunidad de acariciarlo por última vez.

Además si se descubre lo sucedido y se actuó sin su consentimiento puede que pierda la confianza que tenía con usted el niño

El pequeño no necesita que le expliquen qué es la muerte con palabras técnicas, sino que le escuchen sus inquietudes temores y fantasías.

Henry Cortés asegura que es preferiblemente que sea el padre o la madre quien responda a todas sus preguntas.

¿Cómo se vive el duelo infantil? Dependerá de:

1.La forma en que un niño acepte y se adapte a la pérdida de una mascota, lo cual está relacionado con:  la edad del niño, momento de la pérdida, relación que mantenía con la mascota, características de la pérdida, es decir, el tipo de muerte de la mascota, así como el apoyo de la familia y del profesional médico veterinario.

2. Creencias religiosas y culturales; sin embargo, independientemente de ello, la familia debe saber que los aspectos físicos de la muerte son irreversibles y permanentes.

3. La mayoría de las personas que han tenido un animal de compañía saldrán a buscar otro tarde o temprano, pero si la mascota era del niño es aconsejable esperar a que él esté dispuesto.

La idea de comprar otra mascota, tras la pérdida puede parecer horroroso.  Ningún perro gato es igual a otro.

Dele el tiempo necesario al pequeño – un tiempo máximo podría ser de tres meses; si pasa este tiempo, es importante que reciba atención psicológica –  para pasar su duelo.

4. Posteriormente, si el pequeño está dispuesto a cuidar y amar a otro animal e importante darle un nombre distinto al que falleció. Con ello evitarás que el pequeño se confunda y crea que el nuevo animal sea el sustituto del qué murió.