En México, a lo largo de todo septiembre, se celebra el mes del testamento. Este evento, impulsado por las autoridades, tiene el objetivo de fomentar la cultura de la previsión y la seguridad jurídica entre los ciudadanos.
El testamento es un documento legal que deja instrucciones sobre tus deseos en caso de fallecimiento. Esta guía indica quién heredará tu patrimonio para evitar disputas, desgastes emocionales y económicos entre tus seres queridos. El testamento no implica que lo tengas que hacer en una edad avanzada, en algunos estados se puede realizar desde los 14 años.
Generalmente el tema del testamento se asocia con llegar a una edad cercana a la muerte (si hago mi testamento, es porque me voy a morir pronto), lo que genera miedo y preocupación, o se deja de lado debido a los problemas que se tendrían que enfrentar, lo cual se puede describir como el efecto desidia. Este efecto nos hace ir dejando las tareas para después con el fin de evitar emociones no tan agradables como puede ser ansiedad, culpa o preocupación por tener que enfrentarse a decisiones que pudieran generar tensión en nuestra familia y amigos con respecto a lo que se va a dejar.
Otra razón puede ser la percepción que existe de que hacer el testamento “es difícil y caro”, al no saber con quién acudir para realizarlo, o cuánto puede costar el trámite. Sin embargo, morir y no contar con un testamento genera problemas entre familiares y amigos que pueden llegar a disolver las relaciones, problemas económicos, e incluso, legales que podrían derivar en años de juicios.
Para evitar problemas en tu partida, te compartimos 6 recomendaciones para preparar tu testamento correctamente:
- Enlista tus pertenencias. Realiza una lista de todos tus bienes y documentos importantes que serán necesarios cuando ya no estés: cuentas bancarias, seguros, bienes inmuebles e incluso tus objetos personales. Respecto a los productos financieros, toma en cuenta los beneficiarios que designaste al momento de su apertura y, si lo consideras necesario, realiza ajustes.
- Define a tus beneficiarios. Si tienes hijos, esposa/esposo o concubina, la ley buscará protegerlos ante tu pérdida. Adicionalmente, podrás nombrar a algún otro familiar como hermanos, sobrinos o algunas personas que no formen parte de tu familia, e incluso, puedes hacer donaciones. Esto puedes revisarlo con un notario público.
- Elige tu albacea (o albaceas). Esta persona será encargada de hacer que sea cumplan tus decisiones al momento de partir, por lo que es importante que sea alguien de tu entera confianza, honesta, responsable, justa y ética. Recuerda pedírselo en vida, ya que este rol no es obligatorio.
- Evítales gastos mayores a tus seres queridos. En caso de no contar con un testamento, tus familiares tendrán que incurrir en gastos adicionales, sobre todo en juicios sucesorios intestamentarios. Recuerda que en caso de no contar con un testamento formal, la ley establece quiénes serían los herederos y en qué proporción.
- ¿Tienes deudas? En caso de fallecimiento el total de los bienes que componen tu herencia servirá para el pago de estos adeudas (hasta donde el valor alcance). Si la deuda supera el valor de lo heredado tus herederos pueden elegir no aceptar la herencia. Si es menor, podrán saldarlo y quedarse con el resto.
- Infórmate. Puedes solicitar más información en la página de la Secretaría de Gobernación (www.gob.mx/segob), y en la página del Colegio Nacional del Notariado Mexicano, A.C. (www.notariadomexicano.org.mx/).
En algunos lugares del país el mes del testamento se extiende hasta octubre. Muchas notarías cuentan con descuentos de hasta 50% y beneficios adicionales para realizar este importante y necesario trámite. Además, se brinda asesoría jurídica gratuita y se prolongan los horarios de atención.
Sin duda hacer un testamento es una sabia y responsable decisión que te dará tranquilidad y certidumbre no solo a ti, también a tus seres queridos.
Fuente: Juan Luis Ordaz, director de Educación Financiera Citibanamex