Redacción

Bajo la iniciativa “Rescatemos al Valle”, vitivinicultores, enólogos, chefs y la comunidad de Ensenada, Baja California hacen un llamado a los tres órdenes de gobierno para poner freno a las actividades contrarias a la vocación agrícola que desde hace cinco años se han acrecentado, como antros, conciertos, centros nocturnos y fraccionamientos.

Los integrantes de dicha iniciativa señalaron que en los últimos 10 años ha habido una pérdida del 20 por ciento de tierra cultivable en el Valle de Guadalupe debido a la proliferación de casas habitación, bares y centros nocturnos.

En el Valle de Guadalupe hay alrededor de 4 mil 200 hectáreas, con un 77 por ciento de bodegas en pequeño y medianas, con alrededor de 170 proyectos vinícolas, afirmaron vitivinicultores, asociaciones civiles, académicos y chefs.

Fernando Pérez Castro, presidente del Consejo estatal de productores de vid de Baja California, dijo que hay una depredación impune, “En los últimos cinco años se han construido antros, centros nocturnos y fraccionamientos; se han realizado conciertos masivos y se ha lotificado y vendido la tierra, sin respeto a los reglamentos y leyes existentes, motivo por el cual El Valle se está convirtiendo en una ciudad, destruyendo su vocación agrícola”.

Ante este escenario proponen generar una “nueva denominación jurídica federal” para proteger el patrimonio agrícola del país, una denominación biocultural que proteja al campo y su cultura cómo se protege también a las áreas naturales.

“Esto permitiría que a través de esta figura jurídica se protegiera a comunidades rurales y productos agrícolas a lo largo y ancho del país tal como son, además de la vid, el café, el chocolate, la vainilla, los árboles frutales de fruta endémica, el agave y otros muchos productos y regiones”, detalló.

Además de ello, proponen leyes federales que protegen el uso agrícola del suelo en El Valle de Guadalupe, el nombramiento de El Valle de Guadalupe como una zona de belleza natural y cultural, como lo establece la Ley de Preservación del Patrimonio Cultural del Estado de Baja California en su artículo 5 y, sobre todo, la aplicación de las leyes y reglamentos que actualmente protegen a esta región agrícola pero que han sido ignorados por autoridades y empresarios.

Los inconformes aseguraron que la escasez de agua es otra problemática pues se prevé el abatimiento del acuífero para el año 2032 o antes.

Agregaron que la depredación actual no sólo atenta contra el patrimonio cultural y paisajístico de una bio región única, sino que también se pierde la ventaja competitiva de la región vitivinícola del El Valle de Guadalupe, donde se produce el 75% del vino nacional, que contribuye con 1% del PIB agrícola, emplea directamente a 4,500 personas e indirectamente a más de 10 mil. La participación de mujeres es de más de 40% del empleo total.

En la conferencia virtual también estuvieron presentes la vitivinicultora Natalia Badán; la académica Ileana Espejel; el presidente de Provino, Mauricio Cantú; el chef Jair Téllez; Claudia Turrent de Por un Valle de Verdad; y Santiago Cosío y Keiko Nishikawa, director General y directora de Relaciones Públicas de Bodegas de Santo Tomás, respectivamente.