El 72% del total de personas dedicadas a la producción de alimentos en México, aporta el 40% de la producción nacional agropecuaria y generan el 60% del empleo del sector, pero en los últimos 13 años, menos del 1% tuvo acceso al crédito, su única alternativa son los subsidios

A pesar de que los pequeños productores de México con menos de 5 hectáreas proporcionan el 40% de la producción nacional agropecuaria y generan el 60% del empleo contratado en el sector, carecen de financiamiento, por lo que dependen directamente de los subsidios.

Así lo dio a conocer el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), al precisar que dichos sistemas de producción campesina constituyen el 72% del total de personas dedicadas a la producción de alimentos en México y emplean a 3.3 millones de personas.

“Pese a lo anterior, entre 2009 y 2022, menos del 1% de las pequeñas unidades de producción agropecuaria en México tuvieron acceso a créditos, debido a la falta de mecanismos financieros adecuados para este tipo de producción”, destaca.

No obstante, el organismo reconoce que, si bien México cuenta con un sólido marco institucional para reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia al cambio climático, sigue siendo un desafío la aplicación de políticas y programas.

Ausencia de financiamiento a campesinos

El IICA advierte que el país enfrenta una difícil planificación del uso de la tierra, por la degradación a gran escala de los sistemas agropecuarios, la falta de valoración de la biodiversidad, y una ausencia de mecanismos financieros que apoyen a las organizaciones campesinas con instrumentos ajustados a sus necesidades.

Para mejorar las condiciones de vida e ingresos de la población rural y trabajar directamente con organizaciones campesinas para identificar prácticas en materia de ordenamiento del territorio y de producción sustentable de alimentos con un enfoque de Adaptación basada en Ecosistemas, crearon el proyecto “Planeación territorial e innovación financiera para incrementar la resiliencia de México al cambio climático (SAbERES).

Durante la ceremonia de lanzamiento del programa, Javier Warman, director de bosques de WRI, explicó que el proyecto SAbERES brindará educación financiera, al tiempo que se diseña un mecanismo financiero que en realidad cumpla con lo que la población campesina de México necesita.

“El mecanismo financiero desarrollado por el proyecto servirá de base para promover planes de producción sustentables que ayuden a adaptar otros territorios al cambio climático en el futuro y se espera que los paquetes tecnológicos que hayan demostrado ser financieramente viables sean promovidos con más organizaciones y productores rurales a nivel nacional”, indicó.

Atenderá grupos rurales marginados

Será en las regiones del país en condiciones de vulnerabilidad climática, donde empiece a operar el programa para mejorar la resiliencia y la adaptación al cambio climático de pequeñas y pequeños productores rurales a través de políticas para la planeación del uso del suelo, prácticas de Adaptación Basada en Ecosistemas (AbE), y mecanismos de financiamiento específicos.

El programa busca incorporar a jóvenes, mujeres y otros grupos marginados del sector rural en las decisiones sobre el territorio y los sistemas productivos. Se monitoreará la inclusión de estos grupos en los espacios de decisión y en las actividades productivas.

Está enfocado a organizaciones campesinas de los estados de Campeche, Chiapas, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Tabasco y Tlaxcala, y operará en 137 municipios donde confluyen condiciones como altos índices de pobreza, marginación, una rica biodiversidad y vulnerabilidad climática.

Además, ayudará a fortalecer las capacidades de adaptación de diez sistemas productivos (maíz, cacao, café, miel, silvicultura, ganadería sostenible, cultivos agroforestales, ecoturismo, productos forestales no maderables y agaves).

El representante del IICA en México, Diego Montenegro, destacó que el instituto trabajará para mejorar la adaptación al cambio climático y la resiliencia en el sector rural, fortaleciendo la planificación del uso de la tierra en el contexto del cambio climático y los criterios de Adaptación basada en Ecosistemas, además ofrecerá un mecanismo de financiamiento específico para pequeños productores.

Impulsarán agendas de innovación

“SAbERES apoyará el establecimiento de mesas estatales de diálogo político; la elaboración de un marco de gobernanza para la gestión del territorio y mejoras en la articulación de instrumentos de planificación territorial y sectorial; apoyo a la formulación de agendas de innovación y de planes de adaptación; la implementación de modelos de producción sostenible resiliente y el fortalecimiento de capacidades para mejorar el acceso al mercado”, indicó Montenegro.  

El proyecto es apoyado por la Iniciativa Internacional de Protección del Clima (IKI) del gobierno alemán, en coordinación con el gobierno mexicano a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).

El consorcio de organizaciones que impulsa el proyecto está conformado por el Instituto de Recursos Mundiales México (WRI México, por sus siglas en inglés), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el IICA México, el Grupo Autónomo para la Investigación Ambiental (GAIA), el Instituto Internacional de Análisis de Sistemas Aplicados (IIASA), la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (UNICACH) y el grupo de consultores GITEC-IGIP GmbH, y estará acompañado por la SEMARNAT y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural.