A más de seis meses de que el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró su intensión de regularizar los autos “chocolate” en territorio mexicano, aún no existe ningún proyecto para llevar a cabo dicha regularización, situación que sí incremento la actividad ilegal en al frontera, bajo la permisibilidad de las mismas autoridades aduaneras, aseguró el presidente de la Amda, Guillermo Rosales Zárate.

Por Diana Domínguez Galván

El presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (Amda), Guillermo Rosales Zárate, acusó el incremento de la corrupción en las aduanas y el crecimiento de los grupos delictivos que importan vehículos usados al país, luego de que en junio de 2021 el presidente Andrés Manuel López obrador anunció su intensión de regularizar los autos ilegales, sin que hasta el momento exista un programa para llevar a cabo dicha regularización.


En su conferencia mensual sobre el desarrollo de la industria automotriz, el representante del sector dijo que esta situación llevará a cuantificar unos 160 mil vehículos usados importados durante todo 2021, lo que tiende a incrementarse, de no limitar la actividad, además de que urgió la participación de la industria en la elaboración del programa, pues de no ser así se podría tener un plan riesgoso para los propios consumidores.


“Desde junio hemos visto incrementar de manera sostenida la introducción del contrabando automotriz” sin respuesta de las autoridades federales.


“Esto habla de una fuerte descomposición y corrupción en el aparato aduanero” ante la falta de un programa que limite la actividad ilícita, pues desde que el titular del Ejecutivo dijo que se regularizarían los vehículos “chocolate” se incrementó la permisibilidad para que esos vehículos lleguen a territorio mexicano.


El 16 de octubre de 2021 en acto protocolario en Ensenada, Baja California, el presidente López Obrador firmó un acuerdo que se publicó el 18 de octubre en donde ordena a las secretarías de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Economía (SE), de Seguridad Pública Ciudadana (SSPC) y al Servicio de Administración Tributaria (SAT), elaborar un programa para la regularización de los vehículos de procedencia extranjera que circulan ilegalmente en el país.


“(…) estamos próximos a cumplir tres meses de dicho acto protocolario sin que llegue el momento en que el programa esté listo. En este periodo de tiempo, desde junio, hemos visto incrementar de manera sostenida la introducción del contrabando automotriz”.


El contrabando no sólo continúa, sino que ha aumentado sin respuesta de las autoridades federales para frenarlo, incluso en los puntos oficiales de las aduanas; lo que habla de corrupción y complacencia de las autoridades con el ilícito.


Por otro lado, con la expectativa creciente de que los vehículos se van a regularizar ha incrementado el número de personas que prometen que ello se llevará a cabo e incluso sostienen que ellos recaban la base de datos para que el gobierno haga la regularización. “(…) Hay un descontrol absoluto, ausencia de comunicación hacia el público. En síntesis, es un desorden total y absoluto”.


Rosales Zárate dijo que en comunicación formal con las secretarías de Gobernación y Economía “se nos informa que han iniciado los trabajos preparatorios de las dependencias para la regularización del programa, sin que hasta la fecha podamos tener conocimiento de dichos avances, por lo que interpretamos que no han concluido la formulación del primer proyecto de dicho programa”.


En este sentido, a nombre de los distribuidores de vehículos en el país, insistió en la urgencia de tener la participación en la discusión, pues hasta el momento todo se reduce a que sigan informados de que todavía no están listos.

Externó la importancia de que la industria participe en la elaboración del programa antes de que se anuncie formalmente y quede publicado en el Diario Oficial de la Federación (DOF), pues se corre el riesgo de que resulte un programa laxo que permita, por ejemplo, la regularización de vehículos con reporte de robo, inundación, pérdida total, de unidades que solo es permitida su venta para usar las partes y un largo etcétera, dijo.


Expresó su confianza en la buena disposición para poder tener un verdadero diálogo que concurra en un proceso ordenado y que no tenga un impacto mayor al que seguramente tendrá para el mercado formal.