Por Mónica Delgado Torres
El sector inmobiliario podría salir un poco perjudicado ante la crisis surgida tras la pandemia del Covid-19, más conocido como Coronavirus, toda vez que se retrasará cualquier repunte económico, tanto a nivel nacional como global, de acuerdo con el portal inmobiliario Lamudi.
Por ejemplo, respecto al volumen total de Vivienda Nueva colocada durante todo 2019, en comparación con el 2018, se observó un retroceso a nivel nacional de 21.8 por ciento y la tendencia seguramente se mantendrá, lo que sería más evidente en los segmentos Residencial Plus y Premium, donde los usuarios retrasarían su toma de decisión.
Otro punto donde se registraría un impacto negativo por efecto de la pandemia será en los espacios operativos que ofrecen servicios de renta a corto plazo como oficinas de coworking, que tendrán que limitar su afluencia perdiendo sus ingresos fijos y en el sector turístico donde probablemente se verá afectada la ocupación hotelera, restaurantes, aeropuertos y centrales de autobuses.
A decir de los especialistas de Lamudi, situaciones así impactarán a la industria dependiendo del subsector y de la etapa en la que se encuentren cada activo en el ciclo inmobiliario, sin embargo, el sector inmobiliario es muy noble y aunque viva una desaceleración, sigue siendo una inversión segura a mediano y largo plazo.
En un comunicado, la plataforma que trabaja en mercados emergentes, destacó la manera en la que las empresas manejarían esta crisis, al poner como prioridad el bienestar de sus empleados.
Ello, al implementar planes de contingencia ya que en caso de medidas como el “distanciamiento” social y profesional, el absentismo y la enfermedad causen interrupciones y presenten un posible impedimento para las operaciones y ventas; el trabajo a distancia es clave para que las empresas puedan seguir operando.
Una vez que termine la crisis, abundó, la ‘salud del edificio’ (incluida la ventilación, la filtración de aire y la limpieza) y la gestión de las instalaciones serán cada vez más importantes.
Refirió un artículo de Jay Marling, CEO de Capright, en el que revela que el pronóstico de consenso es de un fuerte impacto en la economía global en la primera mitad de 2020, seguido de un repunte, que recuerda la recuperación después del brote de SARS en 2003.
Lamudi recordó que el año pasado fue un periodo complicado para el sector inmobiliario tras las nuevas regulaciones implementadas por el cambio de gobierno que pretendía terminar con el presunto mal manejo de recursos en administraciones pasadas.