Redacción

El tomate -o jitomate- es una de las verduras que más se consumen a nivel mundial, que no puede faltar en la cocina debido a su amplio uso culinario, pero de la cuál muy pocos conocen los beneficios que trae a la salud.

Su nombre científico es Lycopersicum esculentum y forma parte de la familia de las solanáceas, mientras que el nombre común proviene del náhuatl “tomat”, que significa fruto de agua.

El tomate se caracteriza por ser una hortaliza en forma de baya que alcanza un intenso color rojo en su madurez, con una cáscara delgada y una pulpa jugosa con varias semillas que tiene un sabor ligeramente dulce y acido.

Esta fruta es originaria de Latinoamérica, donde comenzó a cultivarse en civilizaciones prehispánicas prácticamente por todo el continente, particularmente en lo que hoy es México y Perú.

Tras la llegada de los españoles a América, el tomate fue introducido a Europa donde en un principio era utilizada como planta ornamental y poco a poco comenzó a cultivarse con fines alimentarios, hasta hacerse muy popular.

Debido a su larga lista de nutrientes, el tomate ofrece una amplia gama de beneficios a la salud para quien la consume, mismos que no son muy conocidos por la gente.

En cuanto a su composición, esta verdura destaca por tener minerales como lo son calcio, fósforo, potasio y sodio, así como vitaminas tales como la A, B1, B2 y C.

Los tomates son ricos en licopenos, un tipo de carotenoide que es responsable del color rojo de esta hortaliza, pero también se le atribuyen propiedades antioxidantes que reducen el riesgo de padecer malestares crónicos, como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

Es importante mencionar que el consumo del tomate triturado o cocinado y su combinación con aceite, mejora la absorción del licopeno en nuestro organismo.

Otros carotenoides que contienen los tomates son la luteína y la zeaxantina, los cuales, además de ofrecer una acción antioxidante, se les relaciona con la prevención de cataratas y degeneración macular, relacionada con el envejecimiento.

Esta jugosa hortaliza también presenta un aporte importante de fitosteroles, las cuales ayudan a reducir los niveles de colesterol en la sangre.

Así como tomatina, que se considera un antibiótico por lo que tiene propiedades antibacterianas, es decir, que destruye las bacterias o les impide que crezcan y causen enfermedad; antimicóticas, que evita el crecimiento de algunos tipos de hongos o incluso de provocar su muerte; y antiinflamatorias, que previene o disminuye la inflamación de los tejidos.

Efectos secundarios del tomate
Aunque es una fruta altamente usada, existen una serie de contraindicaciones que deben seguirse ante su consumo humano para evitar efectos secundarios no deseados.

Se debe tener cuidado con el consumo en exceso del tomate, ya que esto puede causar ardor de estómago o reflujo ácido, además, quienes tienen estrés digestivo o tienen síntomas de reflujo gastroesofágico, deben evitarlo en su dieta.

Es importante mencionar que si se está usando esta y cualquier otra planta como auxiliar ante un padecimiento, lo mejor es hacérselo saber al médico.

Con información del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España y la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México