Redacción

Uno de los sitios más reconocidos y visitados de la Ciudad de México es el Castillo de Chapultepec, el cual el pasado mes de septiembre cumplió 78 años. Algunos de los tesoros que resguarda pueden pasar desapercibidos por las personas; sin embargo, son unos de los más importantes.

En el gran recinto existen tres obras magníficas que acaparan miradas de los miles de visitantes que recibe periódicamente. A pesar de que no son los únicos, se consideran de los más importantes puesto que representan momentos clave en la historia de México.

Mural a los Niños Héroes

En la entrada principal del Castillo de Chapultepec se puede observar en el techo el mural en honor a los Niños Héroes del pintor jalisciense Gabriel Flores, nacido en 1930. En éste retrató el acto del héroe Juan Escutia durante la famosa Batalla de Chapultepec que sucedió el 13 de septiembre de 1847 contra el ejército de Estados Unidos.

En él se puede observar la famosa escena descrita en la historia de los Niños Héroes sobre Escutia envuelto en la bandera mexicana para impedir que el enemigo la tuviera durante la invasión norteamericana. La obra se llama La intervención norteamericana y fue realizado por Flores en 1967 en uno de los techos del Castillo de Chapultepec.

De acuerdo con el Museo Nacional de Historia: “Los corceles simbolizan a los caballos del Apocalipsis, dando a entender que esta guerra implicó una serie de desgracias para México. El barco ubicado en la izquierda es una de las naves que penetraron al territorio nacional por Veracruz, al mando del general Winfield Scott”.

Batalla del 2 de abril de 1867

Otro de los murales más emblemáticos del Castillo de Chapultepec es el que representa la Batalla del 2 de abril de 1867, obra del pintor y militar catalán José Cusachs realizado en 1902. En éste, el autor retrató el momento del enfrentamiento ocurrido en Puebla y se observa a Porfirio Díaz montado a caballo como figura principal de la pintura. Díaz se encuentra dando órdenes a sus tropas que se encaminan a la ciudad de Puebla y a un costado se encuentran otros ondeando la bandera de la república

La obra se encuentra en el descanso de la escalera que asciende al primer piso en el Museo Nacional de Historia y mide 392 cm de alto por 676 de ancho con una técnica de óleo sobre tela.

De acuerdo con el Gobierno de México, a las dos de la mañana del 2 de abril de 1867, “los Generales Figueroa y Pinzón, atacaron el Convento del Carmen, mientras que el resto de los efectivos iniciaron el asalto general a la plaza logrando penetrar a ella. Los conservadores resistieron el sitio durante varios días; sin embargo, al amanecer Puebla cayó en poder de los Republicanos”.

Alegoría de la Revolución Mexicana
Por último pero no menos importante se encuentra Alegoría de la Revolución Mexicana por el artista Eduardo Solares Gutiérrez. Se encuentra en el Museo Nacional de Historia; mide 835 centímetros de largo por 500 de alto y fue pintado en 1933. Se encuentra a un costado de la escalera principal del Castillo de Chapultepec.

De acuerdo con el Museo Nacional de Historia: “Esta pintura simboliza un momento de unidad nacional con Francisco Ignacio Madero como la figura central del inicio del movimiento revolucionario”.