• Los carismáticos personajes del futbol mexicano se encargaban de amenizar el ambiente que se vivía en la Selección Mexicana dirigida por Manuel Lapuente

Red de corresponsales

El futbol mexicano y una etapa de la Selección Mexicana estuvo caracterizada por la personalidad de Cuauhtémoc Blanco y Jorge Campos. Ambos coincidieron en el Tricolor durante los últimos años del Siglo XX, donde protagonizaron momentos gloriosos, polémicos y hasta extravagantes lejos del terreno de juego, como las apuestas que realizaban durante las concentraciones, según contó Luis Hernández El Matador.

Durante una plática con el comediante Yordi Rosado, el exfutbolista brindó detalles sobre su época como seleccionado nacional. Sin ser cuestionado sobre ello, ahondó en la gran experiencia que tuvo al coincidir con los futbolistas de América y Pumas cuando se concentraron bajo el mando del entrenador Manuel Lapuente, en vísperas de disputar el Mundial de Futbol de Francia 1998.

“El Camel y el BrodyEra bonito en la Selección verlos jugar Backgammon. Tú los veías y decías ‘es uno de Tepito y otro lanchero ¿Cómo van a jugar Backgammon?’ y apostaban caballos, gallos, en serio. Yo creo que quien les ha de haber enseñado es mi Güicho, Luis García, ese sí jugaba de todo. Nos la pasábamos muy padre en esa Selección”, contó entre risas.

A pesar de la cordial amistad y los momentos que llegaron a entablar fuera de la cancha, el exceso de confianza entre los bromistas personajes también fue motivo de disgusto mutuo. Incluso, una de las burlas que solían gastarse entre sí fue la causante de un intercambio de golpes. La anécdota fue contada por el exseleccionado nacional Claudio Suárez, durante su participación en el podcast “La pelota al que sabe”, de TUDN.

Antes de disputar un partido, los seleccionados nacionales fueron despedidos por la afición que los esperó afuera del hotel de concentración. Entre todos los jugadores que conformaban el plantel, tanto Cuauhtémoc Blanco como Jorge Campos fueron de los más socorridos. Al subirse al autobús con el resto del plantel, los dos se quedaron con los plumones y comenzaron a bromear con sus compañeros sobre regalarles autógrafos. Sin embargo, protagonizaron un choque de egos.

“Cuauhtémoc y Jorge empiezan con sus bromas. Había aficionados que estaban ahí para despedirnos y alentarnos, entonces sales y el autógrafo y te dan el plumón. Cuauhtémoc y Jorge se quedan con el plumón en la mano, se suben y empiezan ‘a ver, te doy mi autógrafo, yo soy tu ídolo’ y el otro ‘no, no’ y que las espaditas y no sé qué. Y empiezan todo en juego, cuando de repente vemos (golpes) y ‘ch*nga tu madre’ se prenden a agarrarse a golpes. Entonces brincamos, ‘espérense, c*brones’”, relató el defensor.

Después de la intervención del resto de sus compañeros, los futbolistas fueron separados y sentados lejos en el autobús. Antes de ingresar al estadio mundialista Geoffroy-Guichard, el Cuau y el Brody se pidieron disculpas. Ambos jugadores tuvieron participación en el último juego de la fase de grupos.

Al término de los 90 minutos, el equipo dirigido por Manuel Lapuente Diaz se repartió las unidades con Holanda, equipo en que jugaban referentes como Edgar Davids, Edwin van der Sar y Phillip Cocu. De hecho, este último fue autor del primer gol del encuentro al minuto cuatro. El otro anotador fue Ronald de Boer, mientras que por México marcó Ricardo Peláez y Luis Hernández. En dicha ocasión, Ramón Ramírez fue expulsado al minuto 89.

En aquella edición mundialista, México avanzó a la siguiente ronda como el segundo mejor del grupo E, detrás de los Países Bajos. En los octavos de final se midió ante Alemania aunque cayó por marcador de dos goles a uno. Desde entonces, con ahínco, el Tricolor ha buscado superar la barrera del quinto partido.