Los cuidados de la salud en el hogar además del valor emocional que representan, si tienen un valor económico, pues en México el consumo de bienes y servicios para el cuidado de la salud que realizan los hogares, así como la atención a sus integrantes representan el 40 por ciento de la oferta total de bienes y servicios relacionados con la salud.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en 2021, el gasto que realizaron directamente los hogares para cubrir sus necesidades de salud ascendió a 672 mil 294 millones de pesos, mientras que el valor económico del trabajo no remunerado equivalió a 404 mil 976 millones de pesos.
De tal manera, la aportación total que los hogares realizaron a favor de la salud de sus integrantes (directamente como gasto y a través de su trabajo no remunerado), ascendió a un billón 077 mil 270 millones de pesos, lo que representó 40.1 por ciento de la oferta total de bienes y servicios relacionados con la salud.
Cabe mencionar que del consumo de bienes y servicios para el cuidado de la salud que realizan los hogares, el gasto en medicamentos y otros bienes concentró 50.7 por ciento del total. Siguieron las consultas médicas y de los bienes y servicios de apoyo —en los que se encuentran, por ejemplo, las primas de seguros médicos—, con una participación de 14.8 por ciento; los servicios hospitalarios, con 14 por ciento y otros servicios asociados al cuidado de la salud, con 5.7 por ciento.
Por el lado del valor del trabajo no remunerado que destinaron los hogares a la prevención, cuidado y mantenimiento de la salud, los cuidados que se realizaron a integrantes del propio hogar concentraron 74.7 por ciento del total, los cuidados de salud a personas enfermas de otros hogares representaron 23 por ciento y el trabajo voluntario en salud, a través de instituciones no lucrativas, alcanzó 2.3 por ciento.
En términos de tiempo, las horas de trabajo no remunerado en los cuidados de salud se distribuyeron de la siguiente manera: para las y los integrantes del propio hogar, se destinó 34.9 por ciento de las horas a los cuidados especializados; 18.9 por ciento, a cuidados temporales y 13.4 por ciento, a cuidados preventivos. Los cuidados a personas enfermas de otros hogares absorbieron 31.4 por ciento de horas y 1.4 se destinó al trabajo voluntario en salud en instituciones no lucrativas.
Al revisar las horas totales de trabajo no remunerado en función de quién lo realizó, se observó que las mujeres cubrieron 70.2 por ciento del tiempo total de cuidados y los hombres, 29.8 por ciento.