En conferencia de prensa, representantes de la industria automotriz denunciaron el riesgo de que el gobierno federal extienda su “fracasado” programa de regularización de vehículos de contrabando, que al mes de mayo incrementó en 42.4 por ciento la importación de unidades usadas procedentes de Estados Unidos y que de continuar afectará la venta de unas 200 mil unidades nuevas al año.
Los directores generales de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (Amia), Fausto Cuevas y de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Alberto Bustamante, así como el presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (Amda), Guillermo Rosales, expresaron su rechazo a la continuidad de un programa que sólo afecta a la industria formal.
Alberto Bustamante expuso que de extenderse sólo se logrará dañar a un sector que hoy representa la columna vertebral de la economía nacional.
Graficó la importancia de la industria automotriz para la economía, pues de acuerdo a las últimas cifras de balanza comercial, esta industria aportó más de 85 mil millones de dólares, seguido por las remesas con 51 mil millones de dólares, el turismo con 11 mmdd y el petróleo.
Es decir que el sector automotor mexicano representa ingresos para México mucho más elevados que la suma de remesas, turismo y petróleo, además de que a esta industria se suman 274 ramas económicas. “Esta es la importancia del sector, por eso hay que cuidarlo mucho y del cual dependemos más de un millón de familias mexicanas”.
Guillermo Rosales recordó que según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, a unas semanas de que concluya el programa el próximo 20 de septiembre, se han regularizado unos 136 mil vehículos, conforme al decreto, cuando la cifra total estimada supera las dos millones de unidades.
Este resultado demuestra el fracaso del programa, debido al inadecuado funcionamiento del Registro Público Vehicular en los 13 estados en donde está vigente la regularización a pesar de la simplicidad y laxitud con la cual se están llevando a cabo los trámites.
“Lo que resulta por demás preocupante es que la situación que se pretendía resolver de evitar la circulación de vehículos ilegales se ha hecho más grande porque hay un estimulo para ingresar vehículos de contrabando y por otro lado, no hay absolutamente ninguna operación del Gobierno de la República para frenar el ingreso de los mismos”.
A pesar del fracaso del programa, dijo, siguen entrando unidades irregulares por las aduanas, se siguen vendiendo en la frontera y se están distribuyendo hacia aquellos estados en donde está vigente la regularización, e incluso a estados en los que no estando vigente la regularización, pues existe la esperanza de que serán incluidos.
De tal suerte que “la regularización de vehículos de contrabando es un fracaso, muestra la obsolescencia e incapacidad del Registro Público Vehicular”.
Debido a este fracaso, la industria advierte el riesgo de que el programa se amplíe y con ello se incremente la introducción de unidades al país.