Yucatán, Puebla, Estado de México, Veracruz y Tabasco generan en conjunto 67% de la oferta local

La producción nacional de guajolote cerrará este año en 19 mil 506 toneladas, lo que implicaría un incremento de alrededor de 6.5 por ciento respecto a 2021 y de 15.6 por ciento en comparación con 2019, estima la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader).

La dependencia federal detalla que la producción del año pasado generó un valor económico superior a mil 109 millones de pesos y de un volumen de 18 mil 315 toneladas el 22 por ciento (cuatro mil 029 toneladas) se produjo en los meses de noviembre y diciembre.

De las 18 entidades dedicadas a la producción de guajolote Yucatán se posicionó a la cabeza con cuatro mil 963 toneladas; le siguen Puebla, con dos mil 655 toneladas; Estado de México, dos mil 199; Veracruz, mil 382 toneladas, y Tabasco, con mil 172 toneladas, con datos del Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera (SIAP).

El 55 por ciento de la producción de carne de guajolote en el país se realiza en condiciones de traspatio o pequeña escala. Por esta razón, Agricultura invita a la población a consumir este tradicional y nutritivo alimento que genera ingresos a los pequeños productores, quienes participan en las cadenas de valor.

Consumo estacional

De esta manera, el abasto de este alimento tradicional de la cena de Nochebuena se complementa con importaciones.

El consumo de pavo es estacional, ya que su mayor oferta y demanda (90 por ciento) se manifiesta en la época decembrina. El 75 por ciento corresponde a pavo entero y el porcentaje restante se consume en subproductos como salchichas y jamón, según datos de la Unión Nacional de Avicultores (UNA),

Los principales estados productores: Yucatán, Puebla, Estado de México, Veracruz y Tabasco, alcanzan el 67 por ciento de la producción nacional.

La costumbre de preparar pavo en Navidad proviene de la población cristiana, quienes en el siglo XVI eran, en su mayoría, nobles de las monarquías europeas y que, al festejar el mayor día de su religión, hicieron de este manjar una costumbre.

El pavo o guajolote (Meleagris gallopavo mexicana) es otra de las aportaciones que México ha hecho al mundo, ya que antes de la llegada de los españoles a nuestro país, los aztecas ya habían domesticado esta especie, con tan profundo arraigo que hoy día sigue presente en los traspatios de muchas familias mexicanas.