Redacción

El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, instruyó al embajador de México en los Estados Unidos, Esteban Moctezuma, y a los 52 cónsules nacionales en aquella nación a emprender una campaña para defender la soberanía del país ante “inaceptables ataques” que han lanzado algunos miembros del Partido Republicano.

El canciller mexicano viajó a Washington D.C., dando atención a las indicaciones que emitió el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para reunirse con los miembros de la diplomacia mexicana y analizar las propuestas que los republicanos han emitido sobre la lucha contra el fentanilo, mismas que, en algunos puntos, propondrían que las Fuerzas Armadas estadounidenses puedan tener acción en territorio nacional para combatir a grupos del crimen organizado.

De acuerdo a lo que explicó el funcionario, todos los presentes se dedicaron a revisar materiales audiovisuales, datos, mapas e infografías contra el fentanilo, pues indicó que el país tiene el compromiso de combatir la “narrativa anti-mexicana”.

Por otra parte, durante su disertación, el funcionario mexicano mandó un mensaje a aquellos que buscaría interferir en la estrategia de seguridad de México y sentenció que no permitirá que se “atropelle a México”, pues destacó que la nación ha sido aliada de EEUU en la lucha contra el fentanilo.

Ebrard Casaubón profundizó en su idea de cómo es que México ha apoyado a la lucha estadounidense contra el fentanilo y recordó que, en lo que va de la actual administración federal, se ha incautado más de seis toneladas de dicha sustancia, una cifra récord en el contexto que ambas naciones están enfrentando.

Asimismo, recalcó que la lucha contra esta droga, en general contra los cárteles delincuenciales, ha costado la vida de cientos de elementos de las Fuerzas Armadas mexicanas, por lo que negó que el gobierno federal no actúe frente a la problemática.

“Con este costo de vidas humanas, ¿cómo es que estos señores se atreven a cuestionar nuestro compromiso o, peor aún, a pedir una intervención a nuestro país?”, refirió el secretario de Estado.

Minutos más tarde, por medio de su cuenta oficial de Twitter, indicó que todos los ataques que se vierten sobre el país serán respondidos con argumentos: “No permitiremos ataques a México, todos serán respondidos con firmeza y argumentos”.
Fue por todo lo anterior que el canciller instó al embajador y a los cónsules “no dejar que se consolide una narrativa basada en mentiras” que puedan dañar a México, ante lo que recomendó que se sostengan reuniones informativas con la comunidad mexicana y actores políticos, así como emitir un informe semanal sobre dichos casos.

Por su parte, los 52 encargados de los cónsules mexicanos adelantaron que iniciarán la difusión de materiales informativos sobre lo que ha hecho el gobierno nacional para combatir la problemática en las sedes de los consulados, así como en los medios de comunicación de las regiones en donde se encuentran las oficinas.

Aunado a lo anterior, Ebrard Casaubón sentenció que, más allá de posiciones extremas sobre el combate a la inseguridad, los gobiernos de México y los Estados Unidos se han dedicado a trabajar en el Entendimiento Bicentenario, un proyecto de colaboración conjunto que ha logrado evitar muerte por fentanilo.

“Las autoridades de Seguridad nacionales no tienen registro de producción de fentanilo en México, sino que ubican a nuestro país como zona de tráfico de ese opioide y sus precursores, los cuales provienen sobre todo de Asia”, explicó, a la par de dar a conocer que se determinó que los puertos sean administrados por la Secretaría de Marina (Semar) y las aduanas por el Ejército.

No obstante, el secretario de Estado adelantó que en el próximo mes de abril se realizará un reunión entre ambos gabinetes de seguridad en Washington, misma que tendrá como objetivo identificar cuáles serán los pasos en la cooperación para combatir no solo el tráfico de fentanilo, sino de armas.

Finalmente, el canciller explicó que la administración de López Obrador ha seguido una estrategia de endurecimiento del marco legal y regulatorio, así como una ampliación de los mecanismos de supervisión y vigilancia de sustancias controladas; además, se planteó que se ha desplegado un fortalecimiento de aduanas y puertos; por último, se ampliaron los servicios de salud pública y atención a los trastornos mentales.