La pandemia del Covid-19 ha puesto sobre la mesa un tema fundamental: si transformamos nuestros hábitos alimenticios podremos prevenir enfermedades crónico-degenerativas y nuevas enfermedades virales (pandemias).

El 8 enero de 2020 durante el Seminario Sobrepeso, Obesidad y Diabetes: Efectos sobre la competitividad del país, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), advirtió que la obesidad en México es un problema severo, un tema ético y económico, que está afectando la esperanza de vida de los mexicanos, que en prospectiva -de no atenderse la situación- se reducirá 4 años en los próximos 30 años. Cerca del 73% de la población padece obesidad y de este porcentaje, el 34% sufre obesidad mórbida.

  1. SaludArte, evidencia de un camino diferente.

Entre 2013 y 2015 en la entonces Secretaría de Educación (SEDU) del Gobierno del DF se diseñó, implementó y evaluó el programa SaludArte, de educación para la vida, en un universo de 100 a 120 escuelas primarias de tiempo completo. Este programa tuvo el enfoque de política pública con un nuevo modelo de gestión (donde asociaciones civiles e instituciones externas participaron en todos los procesos del proyecto), consistió en tres componentes: educación en arte, activación física y educación en nutrición, a través de materias que se incorporaron en un currículo adicional al oficial impartidas por una nueva planta docente de recién egresados de instituciones de educación superior.

Lo emblemático del programa fue precisamente la educación en nutrición, que no solo se desarrolló en el plano educativo formal con talleres de horas en aula, sino también en la práctica, lo que se caracterizó como “aprender comiendo”, pues se instalaron comedores con recetas de un régimen alimentario nutritivo en las escuelas beneficiarias, para una población de aproximadamente 20 mil alumnos en planteles ubicados en zonas de alta y muy alta marginación y conflictividad social.

Durante los días de clases, a las 14:30 horas en el receso entre el horario del currículo formal y los talleres del programa, se realizaba un operativo dónde los niños aprendían a lavarse los dientes y manos (estos hábitos también son fundamentales para la prevención de enfermedades), se generaban dinámicas de convivencia (en la perspectiva de educar para la paz y la no violencia), y se servía comida baja en grasas y azúcares, agua y fruta. 

En diciembre de 2013, el Instituto Nacional de Salud Pública realizó una evaluación externa del componente de educación en nutrición del Programa SaludArte con un grupo de trabajo encabezado por la Dra. Teresa Shamah Levy. Se hizo un estudio comparativo entre beneficiarios de grupos de control, y beneficiarios del programa. En pocos meses de operación del programa, los resultados de llevar a la práctica la educación en nutrición fueron positivos y alentadores.

Señala el Informe- evaluación del INSP: “Actualmente se reconoce que el sobrepeso y la obesidad infantil son un problema de salud pública en el ámbito mundial y que éste ha aumentado en los últimos 30 años. En México, resultados de una encuesta representativa del país, demuestran que en la última década, el aumento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad se ha generalizado a toda la población, incluyendo niños, adolescentes y adultos. En la población menor de 18 años la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad fue de 26.5% en el 2006. Por subgrupos de edad, la prevalencia combinada fue de 16.7%, 26.2% y 30.9% en niños de edad preescolar, escolar y adolescentes, respectivamente. El mayor incremento en la prevalencia de sobrepeso y obesidad se observó en niños en edad escolar y adolescentes, aumentando casi un punto porcentual por año en la última década.”

Continua: “La obesidad es una patología muy compleja. Actualmente se reconoce que la creciente epidemia en enfermedades crónicas y obesidad es el resultado del desbalance energético (balance positivo de energía) ocasionado por un exceso en la ingestión y un bajo gasto energético ocasionados por cambios en la alimentación y actividad física.  Por lo anterior, gran parte de la solución para atacar la obesidad reside en lograr un balance energético a través de una alimentación saludable y actividad física regular. Sin embargo, para lograrlo, se requiere del desarrollo de una estrategia amplia de salud pública a través de acciones coordinadas entre el gobierno, industria, organizaciones comunitarias, escuelas y familias, que permitan la promoción y el logro en cambios en estilos de vida, lo anterior con el fin de disminuir y detener la epidemia de obesidad.

Después, en sus conclusiones refiere: “La comparación del consumo total al día y durante la comida, de energía y nutrimentos entre grupo intervención y control. Se observó que el consumo total al día reportado por los escolares de energía, carbohidratos totales, azúcares añadidos, proteína de origen animal y grasas saturadas fue menor en el grupo intervención (SaludArte) en comparación con el grupo control. “En resumen, la comida escolar del programa SaludArte está contribuyendo a una mejor calidad de consumo en los escolares”.

Este primer estudio, fue considerado como línea basal de las evaluaciones subsecuentes, como es propio en todas las políticas públicas para medir la resolución de los problemas que atienden. Se realizaron otros estudios en 2014 y 2015, en ambos casos se infiere que el programa marchaba en dirección correcta para atender la obesidad infantil, el sobrepeso y la desnutrición; no obstante se requería ampliar el foco de la intervención a factores externos a la escuela como el hogar y la familia.

En el estudio presentado en 2016 por el INSP se menciona: “Cabe mencionar que el presente estudio está limitado al consumo de alimentos durante el tiempo de comida y al reporte del consumo en las 24 horas previas a la entrevista. Esto limita la aproximación al consumo real y al efecto de otras acciones como la implementación de los lineamientos para el expendio de alimentos y bebidas en las escuelas. Como puede observarse, SaludArte cuenta con resultados parciales positivos; no obstante, una consideración que limita su efectividad, la cual hay que tener en cuenta, es el abandono del programa por parte de los estudiantes durante los ciclos escolares.

2.El Gobierno de México construye un nuevo paradigma para la educación en nutrición. 

Ha dicho el Presidente de México en su texto La nueva política económica en los tiempos del coronavirus del 15 de mayo: “Cada año, desgraciadamente, de manera silenciosa, por las dos principales causas de mortalidad en el país, por las enfermedades cardiacas y la diabetes mellitus, pierden la vida alrededor de 250 mil personas; y aunque estas enfermedades son, en muchos casos, hereditarias, la mejor forma de evitarlas o controlarlas pasa por llevar una buena alimentación y practicar el ejercicio o el deporte en forma regular. Ya no puede seguirse ocultando el hecho de que el promedio mundial de consumo de bebidas azucaradas equivale a 25 litros por persona al año; en Estados Unidos a 100 litros; en México, a 150 litros y en el estado de Chiapas, al doble. De modo que urge una amplia campaña de orientación nutricional.”

Posteriormente el sábado 13 de junio en el Decálogo para salir del Covid-19 el Presidente ha recomendado:

  • Recordar que, ante el peligro de contagio, la mejor medicina es la prevención.
  • Optar por una buena alimentación, basada en alimentos naturales y nutritivos.
  • Evitar el consumo los productos “chatarra” con exceso de grasas, azúcares, sales, harinas y químicos.
  • Hacer ejercicio acorde a nuestra edad y condición física

3.Vida saludable.

Ante la lamentable realidad consecuencia de sexenios sin políticas públicas federales para hacer frente a los problemas nutricionales, con el objetivo de prevenir enfermedades crónicas como diabetes, hipertensión y obesidad, el Presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el 18 y 22 de junio que el próximo mes de julio iniciará la difusión de una campaña de orientación nutricional en medios de comunicación, la cual estará acompañada de una nueva asignatura en el nivel básico de educación pública para el próximo ciclo escolar: Vida Saludable.

El Presidente ha dicho que se pretende generar hábitos alimenticios saludables, evitar el consumo de productos procesados, con alto contenido de grasas y azúcares, e incentivar la actividad física. “No puede haber prohibiciones, lo que tenemos que hacer es transmitir orientación de qué es lo que es bueno y qué no es bueno para la salud”. Es decir, garantizar la toma de decisiones informada.

Para una Nueva Normalidad, se deben atender directamente los problemas nutricionales cuyas secuelas aumentan los índices de comorbilidades, que a su vez implican mayor vulnerabilidad ante enfermedades y en sí mismas generan anualmente miles de víctimas mortales de todos los estratos sociales; ante lo cual se comienza a generar una tendencia importante en la opinión pública para una verdadera política social y sanitaria de prevención. 

La educación en nutrición es el camino, como lo señalan las evidencias que estaba generando el programa SaludArte en un universo controlado, y otras experiencias que se requieren insertar en programas análogos y actuales en un contexto de medidas universales, para sumar a todos los actores sociales, políticos y económicos: gobierno, industria, organizaciones comunitarias, escuelas y familias, etc.

El desarrollo de los hábitos alimentarios se enfocan en 5 ejes principalmente: 1) realización de al menos 3 comidas diarias, 2) cantidad adecuada de alimentos consumidos, 3) consumo adecuado de agua simple, 4) consumo de 3 verduras y 2 frutas diarias y 5) higiene y conservación adecuada de los alimentos.

El Presidente de México está comprometido realmente con la batalla contra la obesidad, el sobrepeso y asimismo contra la desnutrición, impulsando políticas firmes e integrales que apunten hacia la salud pública como objetivo principal. La educación en nutrición podría ser el pilar de un proyecto realmente reformista, acompañado de una nueva legislación y sobre todo de la generación de una política integral, medible y adaptable a las circunstancias de cada microrregión del país.

El sueño de SaludArte comienza a vislumbrarse, la impartición de la materia Vida Saludable en la educación básica es un gran inicio; habrá que acompañarla con talleres de activación física, talleres de cultura como alternativa al ocio destructivo, el sedentarismo y la violencia, comedores comunitarios “para aprender comiendo” con ingesta de alimentos propios de la zona, y donde existan condiciones la generación de huertos escolares para completar el ciclo. De entrada la sensibilidad y voluntad del Presidente que representa al pueblo organizado de México es un paso enorme para enfrentar este flagelo.

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