ONU declaró 2023 como Año Internacional del Mijo por sus propiedades alimenticias y resistencia al clima
El mijo es catalogado como un súper alimento desde el un punto de vista nutrimental, al poseer mayor cantidad de proteína que maíz o la cebada, con un alto perfil de aminoácidos esenciales que nuestro organismo no puede sintetizar y que son necesarios para producir proteínas, en este caso este cereal cuenta con varios de ellos.
El consumo de este cereal, disminuye el riesgo de padecer muchísimas enfermedades tales como los trastornos de la digestión, diabetes, padecimientos cardiacos, la mejora de la presión arterial, favorece en gran manera la salud respiratoria y los sistemas muscular y neural, debido a la fuente de minerales, fibra y antioxidantes. Existen diferentes variedades, aunque los más benéficos son: mijo perla, cola de zorra y proso, cuya y proteína oscila entre 11 y 14.5%.
Estas características fueron las que tomó en cuenta la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para establecer a 2023 como el año Internacional del Mijo, por lo que se incrementarán las acciones de concientización acerca de las propiedades nutricionales, alimentarias y económicas del cereal.
La ONU estableció que puede contribuir a la seguridad alimentaria, la nutrición, los ingresos de los agricultores familiares y a la erradicación de la pobreza en el mundo.
Disminuye posibilidad de padecer cáncer de colon
El doctor Enrique Martínez Manrique, responsable del Laboratorio de Bioquímica y Fisiología de Granos, de la Unidad de Investigación Multidisciplinaria de la FES Cuautitlán de la UNAM, explica que el valor nutrimental de un alimento se mide por su contenido de proteínas, aminoácidos esenciales, ácidos grasos esenciales y azúcares, entre otros.
El especialista refiere que mientras que la mayoría de los cereales tienen un porcentaje de alrededor de 2% de grasas, el mijo posee hasta 6%, además de que contiene dos de los ácidos grasos esenciales: oleico y linoleico.
Posee altos contenidos de fibra, la cual es útil para la absorción de grasa, fomenta la buena digestión y disminuye la posibilidad de padecer cáncer de colon y enfermedades gastrointestinales.
Contiene compuestos fenólicos que se encuentran en la cascarilla de la semilla de mijo y que tienen una función como antioxidantes que proporcionarían más defensas al organismo ante situaciones como el estrés, el consumo inadecuado de alimentos.
A pesar de los múltiples beneficios de este alimento, en México se le conoce al mijo, como: “choclo”, “jojoto”, “tlayoli sara”, solo que apenas alcanza las 230 toneladas en los pocos estados donde se produce que son Tamaulipas, Zacatecas y Chihuahua. Es considerado un grano no convencional, dado su bajo consumo y producción. Su uso se da sobre todo en el ganado y poco utilizado como alimento por los humanos.
Ayuda con los Objetivos de Desarrollo Sostenible
La FAO es la entidad seleccionada para gestionar las campañas de información y los eventos que se efectuarán en el mundo sobre el “mijo”. Una de las razones principales por lo que se tomó esta importante decisión, es porque el cereal puede contribuir en temas sobre la erradicación de la pobreza en el mundo.
Cabe destacar que, al incrementar la producción del mijo se contribuye a lograr seis de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la agenda internacional 2030. El primero de ellos es la acción por el clima; el segundo, vida en ecosistemas terrestres; tercero, erradicación de la pobreza, el mijo puede ayudar a superar la escasez de alimentos en periodos difíciles; cuarto, salud y bienestar; quinto, trabajo y crecimiento económico; por último, producción y consumo saludable.
Ante los retos derivados del cambio climático que sufre la tierra, el mijo se ubica como una de las alternativas de alimentación ante una población creciente que se prevé alcance los 8 mil 500 millones para 2030 y alrededor de 9 mil 700 millones para 2050.
El mijo es originario del continente asiático, particularmente de China. Es uno de los ocho cereales más consumidos en el mundo y su producción anual es de más de 300 millones de toneladas. Entre los países productores más importantes se encuentra la India que produce más de la mitad, le sigue China y el continente africano, quienes abarcan alrededor de 40% de su producción. En América este porcentaje sólo es de alrededor del 2%.
Requiere poca agua
La FAO destaca que la producción de este cereal puede ayudar a contribuir la escasez de alimentos en periodos difíciles, contribuyendo a la reducción del hambre en diversas poblaciones
Dentro de las características físicas y de desarrollo del mijo se destaca que puede prosperar en tierras áridas con una cantidad de insumos como agua y fertilizantes mínimos, convirtiéndolo en una excelente alternativa para afrontar los estragos generados por el calentamiento global.
Además, otra de las ventajas es que, es de alta tolerancia al calor, el cultivo del mijo resiste altas temperaturas, por lo que es ideal para zonas con lluvias escasas, tierras poco fértiles.
Según datos de la ONU, se utiliza mayor cantidad de agua para cultivar arroz y trigo, así mismo, para poder sembrar otras semillas se necesita una tierra rica en minerales y nutrientes, con el mijo no es necesario, ni siquiera se utilizan fertilizantes, no obstante, es mejor tener una tierra adecuada para mayor producción.
India, principal consumidor
Este cereal también contribuye a la alimentación de las personas que viven en zonas con escasez de agua, que asciende al 36% de la población que vive en zonas que crecen de este vital líquido.
Actualmente, el consumo del mijo es a través del pan, papillas para bebé y niños, panqueques, sopas y cerveza. Es mayormente empleado en países como India, Nigeria, China, Sudán, Pakistán, Tanzania y Senegal, entre otros.
Según la FAO, incluir o integrar la producción el mijo en los sistemas agrícolas favorece su evolución ya que es un grano resiliente que puede crecer en cualquier tipo de suelos sin agotar sus nutrientes,
Se espera que, en esta celebración del Año Internacional del Mijo sea tomada como esa oportunidad que se necesita urgente, para que en todo el mundo reconozcan los beneficios de este cereal y sea el parteaguas para este tipo de cultivos en América, sobre todo, que ayude en aquellos países con mayores índices de pobreza y escasez de alimentos.