A pesar de que la inflación ha bajo de ritmo en los últimos meses, lo cierto es que el golpe en la economía familiar ya quedó sentado, al margen de la tendencia que reporte el indicador.
Y lo anterior, porque si bien el último reporte del Índice Nacional de Precios y Cotizaciones (INPC), en mayo pasado se colocó en 5.84 por ciento a tasa anual, luego de que hace unos meses se ubicó en 8.70 (sus mayores niveles en 20 años), el costo de varios productos de consumo básico, como la tortilla, se mantienen elevados, por lo que más allá de datos estadísticos, el bolsillo de los mexicanos lo resienten.
En este sentido, por ejemplo, el costo de la tortilla, elemento básico de los mexicanos, ha registrado un crecimiento significativo en los últimos cuatro años. De acuerdo con datos de la Secretaría de Economía (SE), en junio de 2020 el kilo de ese producto oscilaba en 13.80 pesos a nivel nacional y un año después (en el mismo mes de 2021), subió a 17.20 pesos. Para el igual lapso de 2022, escaló a 20.50 y actualmente promedia en 22.60 pesos.
Con ello, el costo de la tortilla registra un crecimiento de 64 por ciento (8.8 pesos), en tan sólo cuatro años, mientras que en dicho periodo, la inflación acumuló un alza de 19.99 por ciento, producto de que el indicador es un promedio del costo de 299 productos y servicios, lo que significa que, aun y cuando el INPC haya ingresado a un proceso de desaceleración en los últimos meses, los productos básicos se mantienen elevados. Es decir, una cosa es el proceso estadístico y otro el golpeo a la cartera de los mexicanos.
Para dimensionar el incremento que ha registrado la tortilla en los últimos cuatro años, por ejemplo, una familia que compra cada día un kilo de tortilla, a mediados de 2020 gastaba aproximadamente 96.6 pesos en una semana, mientras que actualmente tiene que gastar 158.2 pesos, es decir, 61.6 pesos más que hace cuatro años.
En otras palabras, en junio de 2020, un trabajador que obtenía un salario mínimo equivalente a 123.22 pesos al día, tenía que destinar 11 por ciento de su ingreso diario para comprar un kilo de tortilla, y actualmente, con un salario mínimo de 207.44 pesos, el porcentaje también es 11 por ciento, lo que evidencia que el alza de precios pulverizó el incremento en los salarios.
De acuerdo con las estimaciones del Consejo Nacional de Evaluación en la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), en el medio urbano del país el consumo anual per cápita de tortilla es de 56.7 kilogramos y en el medio rural es de 79.5.