En México, alrededor de 2.5 millones de personas de 15 años o más trabaja en labores domésticas, de los cuales, el 95 por ciento (poco más de dos millones 361 mil 400 individuos), lo realicen bajo un esquema informal, es decir, sin prestaciones de ley.

De esta manera, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), sólo cinco por ciento de las personas dedicadas a limpieza y labores de hogar tiene prestaciones como seguridad social, fondo de ahorro para el retiro y la vivienda, entre otras.

Por género, se identificó que un mayor porcentaje de mujeres ocupadas en trabajo doméstico remunerado lo hizo en la informalidad (96.3 por ciento). De los hombres, 83.4 por ciento estaba en esta condición.

La distribución de las personas ocupadas en trabajo doméstico remunerado, según tipo de ocupación, se concentró en el grupo de personas empleadas domésticas (82 por ciento, o dos millones de personas). Este incluye al personal que realiza labores de limpieza en casas particulares, además de otras actividades complementarias, como preparación de alimentos, lavado y planchado de ropa, y cuidado de personas, con datos al tercer trimestre de 2023.

Por medio del reporte “Estadísticas a propósito del Día Internacional de las Trabajadoras del Hogar”, el IN4E4GI destacó que los 2.5 millones de trabajadores doméstico representan 4.2 por ciento del total de la población ocupada en México.

Cabe destacar la importación aportación del género femenino en el trabajo doméstico, pues nueve de cada 10 trabajadores en dicha actividad son mujeres.

Por grandes grupos de edad, la población en trabajo doméstico remunerado se concentró en el grupo de 30 a 59. En este, 71.7 por ciento correspondió a mujeres y 63.4 por ciento a hombres. Siguió el grupo de 60 años y más, en el que el porcentaje de hombres fue mayor que el de mujeres, con 20.2 y 13.5 por ciento, respectivamente. Las personas trabajadoras del hogar tenían, en promedio, 44.5 años.

Al tercer trimestre de 2023, los años promedio de escolaridad para esta población fueron ocho en las mujeres y nueve en los hombres. En otras palabras, las personas dedicadas al trabajo del hogar contaban, en promedio, con secundaria incompleta y completa, respectivamente.