En una sociedad, las personas realizan labores productivas para generar recursos monetarios o elementos para autoconsumo.

En México, las personas pueden trabajar en una oficina, en el campo, en su propia casa, en la vái pública u otra área.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), con base a los últimos datos disponibles, durante 2019, en México había 81.4 millones de personas de 15 años y más (85.6 por ciento del total), que realizaron alguna forma de trabajo.

De ese segmento de personas, había 69.4 millones de personas en trabajos de producción para el autoconsumo, es decir, 73.1 por ciento de la población de 15 años y más.

En cuanto a trabajo en una ocupación, el INEGI registró 58.1 millones de personas de 15 años y más  (61 por ciento de la población).

Incluso, en trabajo en formación no remunerados participaron más de medio millón de personas (529 mil), es decir, 0.6 por ciento de la población de 15 años y más.

Finalmente, en trabajo voluntario (trabajo no obligatorio y sin remuneración), había 9.8 millones (10.4 por ciento); de personas de 15 años y más.

De acuerdo con el INEGI, el concepto de formas de trabajo se refiere a las diferentes formas de participación de las personas en la producción de bienes y servicios. Se distinguen en función del destino previsto de la producción (para uso final propio o para el consumo de terceros, esto es, de otras unidades económicas) y de la naturaleza de la transacción (transacciones monetarias o no monetarias y transferencias).

En tanto, las personas en trabajo de formación no remunerado se definen como todas aquellas personas en edad de trabajar que, durante el periodo de referencia corto, realizaban alguna actividad no remunerada para producir bienes o prestar servicios para terceros, con el objeto de adquirir experiencia en el lugar de trabajo o competencias en un oficio o profesión.