De acuerdo con expertos de la Máxima Casa de Estudios de México, el acto de dormir tiene funciones vitales para el cuerpo, tales como la reparación del organismo

El ajetreo de la cotidianidad al que son sometidos los seres humanos ha propiciado a que el dormir y el descanso pasen a un segundo plano en ocasiones, no obstante, dicho factor podría traer consecuencias adversas e incluso fatales de acuerdo con expertos de la UNAM

Se calcula que el ser humano pasa durmiendo alrededor de un tercio de su vida, fundamentalmente en la noche al ser sujetos diurnos. El acto de dormir, durante el cual se lleva a cabo el sueño, tiene funciones vitales para el cuerpo entre las que destaca la reparación del organismo.

El doctor Víctor Manuel Rodríguez Molina, académico del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Máxima Casa de Estudios, explicó que dicho proceso de limpieza nocturna del cerebro es similar a darle mantenimiento a un edificio durante la noche.

Y es que, durante el día, el cuerpo es vulnerable a una serie de daños como deshidratación, caídas, infecciones, algún proceso inflamatorio, malestar por comida, etc.los cuales aunque no lo enferman, sí lo deterioran.

“Durante el sueño, las células se encargan de reparar todas las partes dañadas”, explicó el experto.

Además, las sustancias tóxicas que el el metabolismo del cuerpo produce en el día deben ser eliminadas de la noche porque pueden causar daño celular. Dichas sustancias, señaló el experto, se conocen como oxidantes u oxidativas y son recogidas y enviadas a la sangre para su eliminación por el líquido cefalorraquídeo que circula en todo el sistema nervioso central (cerebro, médula y ventrículos).

“Si el cerebro no reduce este proceso de oxidación, ésta podría generar algún daño o complicar alguna enfermedad”, aseguró el doctor Víctor Manuel Rodríguez Molina.

No dormir adecuadamente puede alterar el funcionamiento del cerebro provocando efectos como la falta de atención, alteraciones en la memoria a corto plazo, psicomotrices, se presenta también gran irritabilidad o labilidad emocional.

Si una persona pasa más de 72 horas sin dormir, si hay privación total de sueño en ese lapso, podría estar en riesgo de muerte, porque todo el organismo se encuentra en un estrés supremo. Hay una descarga excesiva de sus sistemas adrenales, del cortisol. Y se va a alterar la función del corazón, del riñón, de los pulmones, lo cual puede provocar la muerte”, explicó el doctor Víctor Manuel Rodríguez Molina.

Adicionalmente, el experto en el cerebro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) agregó que, como se ha observado en estudios del sueño en ratones, con una larga privación del sueño es factible que en un humano ocurra muerte neuronal, y cada neurona que muere es irremplazable.