Estudios recientes revelan que los productos que conectan sensorialidad con emociones son más memorables, y uno de ellos es el helado que provoca una experiencia única con su color, textura, sonido (sí, ese “crunch” de la primera mordida cuenta) y la emoción que da con cada cucharada o mordida.

Desde hace tiempo, el consumo del helado ha dejado de ser solo de temporada; hoy es parte de un estilo de vida más relajado, incluyente y lleno de instantes significativos. Se estima que 7 de cada 10 consumidores asocian al helado más allá que un postre, como parte de momentos de relajación, disfrute y autocuidado.

De acuerdo con datos de Euromonitor International, en México se estima que el consumo per cápita es de 2.4 litros, y es un mercado que va en crecimiento: el año pasado alcanzó un valor de 832 millones de dólares, y se proyecta que llegará a los 1,022 millones de dólares para 2028 gracias a la innovación en texturas, sabores naturales y empaques sustentables, cada vez más valorados por los consumidores.

En el marco del Día Internacional del Helado que se celebra el 12 de abril, la empresa Holanda señaló que la versatilidad y variedad del helado fortalecen su presencia y relevancia de este producto en México. Gracias a las múltiples opciones de presentaciones y sabores, siempre hay un helado para todos los gustos y para cualquier ocasión, ya sea para disfrutar de forma individual o para compartir con otras personas en momentos especiales.

Además, en sintonía con las tendencias, Holanda ha sorprendido con lanzamientos irresistibles, como la Magnum Euphoria, con su deliciosa combinación de café y galleta de vainilla, o el bote de Moka Café con jarabe de chocolate y chispas de chocolate.