• Además de la música y el cine, la faceta empresarial del ‘Charro de Huentitán’ se extendió a diversos sectores

Red de corresponsales

La fortuna que Vicente Fernández acumuló a lo largo de su vida asciende a los 25 millones de dólares de acuerdo al sitio web Celebrity Net Worth. Sin embargo, la música y el cine no fueron los únicos rubros que dejaron ganancias para el Charro de Huentitán.

El máximo ídolo de la música regional mexicana encontró la forma de extender su legado impulsando su faceta como empresario, lo que lo llevó a incursionar económicamente en diferentes gremios como la crianza de caballos pura sangre o incluso la renta de aviones privados. Aquí te contamos cuáles son esos negocios que Chente dejó a la dinastía Fernández.

Ubicado cerca de Guadalajara, en Tlajomulco de Zúñiga, Vicente Fernández vivió muchos años de su vida en su rancho ‘Los tres potrillos’. La propiedad, que fue nombrada en honor a sus tres hijos, consta de 500 hectáreas compuesta por una casa principal, caballerizas, criadero de caballos, una alberca, restaurante y la arena VFG.

En las inmediaciones de “Los tres potrillos”, el intérprete de música regional mexicana impulsó un negocio de cría de caballos miniatura, mismos que no miden más de 86 centímetros y por los cuales recibió constantes críticas sobre temas de maltrato animal.

No obstante, el médico veterinario de su rancho dijo hace unos años al programa Ranchos de hoy, que se trata de una raza de animales que no debe de ser confundida con los ponis, y que no sufren ningún maltrato.

Dentro de la residencia también se encuentra un restaurante y la arena VFG, la cual fue construida con una inversión por 45 millones de pesos; es un centro de espectáculos y negocios con capacidad para albergar a más de 10 mil personas. La intención del jalisciense era que este espacio fuera dedicado a la charrería, pero también artistas de talla internacional como Selena Gómez, Katy Perry o Shakira, se han presentado en el escenario de la arena VFG.

El esfuerzo y talento de Chente lo guiaron e impulsaron a también crear un corporativo el cual lleva de nombre Grupo Fernández. De acuerdo a sitios oficiales como LinkedInGrupo Fernández cuenta con presencia en más de 20 empresas nacionales y extranjeras dedicadas principalmente a la representación artística y al ramo inmobiliario.

La creación de su propio corporativo y recinto de espectáculos le abrieron las puertas al Charro de Huentitán para aliarse con los titanes de la industria del entretenimiento como OcesaUniversal Music.

En 2015, su hijo Alejandro Fernández junto con Jesús López, presidente general de Universal Music Latinoamérica y Península Ibérica, dieron a conocer el lanzamiento de Infinity, una empresa de booking de artistas, organización de eventos y venta de conciertos. El potrillo también es representante de Stars Production, firma de Grupo Fernández que igualmente se dedica a la promoción de espectáculos y artistas.

La riqueza de la dinastía Fernández no se limitó a ser exclusiva del mundo del espectáculo, la versatilidad de la visión empresarial de Vicente Fernández también lo llevó a ser dueño de “El caminante”, un negocio de taxis aéreos.

La compañía tiene su domicilio fiscal en Puerta de Hierro, uno de los fraccionamientos más exclusivos del municipio de Zapopan, en Jalisco, y se dedica a la renta de aviones Learjets 45, cuyos principales clientes son artistas.

Don Chente, tenía además garantizados otros ingresos en la siembra de frutos que cultivaba en tierras de Jalisco, incluyendo las regalías que le dejan las películas filmadas al inicio de su carrera artística.

Después de cinco meses con complicaciones de salud, el cantante de regional mexicano falleció la mañana de este 12 de diciembre a las 06:15 am. Con más de cinco décadas de trayectoria artística, el charro de Huentitán, logró consagrarse como una de las figuras más importantes en la música regional mexicana a nivel internacional.

El legado que dejó para la música y cultura mexicana es innegable y trasciende por muchas generaciones, sin embargo, será ahora tarea de la dinastía Fernández saber administrar los frutos que el trabajo y talento de Chente generaron.