La entrega de la Licencia Única Universal a las empresas importadores de alimentos e insumos para facilitar su importación y distribución -medida que busca contener la inflación- es temporal y limitada y no significa que la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) ni el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) abandonen su responsabilidad de proteger la sanidad agropecuaria y la salud de la población.
Así lo manifestó el titular de la Sader, Víctor Manuel Villalobos Arámbula, al precisar que: “Se les confía (a las empresas) una corresponsabilidad de asegurar que las mercancías que comercien cumplan con las normas sanitarias de inocuidad y de calidad”.
En este sentido agregó que, han dispuesto lo necesario para que las empresas inscritas en el Padrón de Importadores de Productos de la Canasta Básica cumplan con los requisitos a tiempo y se fortalezcan las medidas de vigilancia y alerta en todo el país.
Asimismo, ofreció garantías a los socios comerciales de que la medida adoptada por el gobierno federal para importar los productos alimentarios no afectará en las negociaciones comerciales.
Mayor oferta de alimentos
Al comparecer ante la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado, con motivo del 4º Informe de Gobierno, el responsable de la Secretaría de Agricultura recordó que como parte del Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía (Apecic) se flexibilizó las medidas de importación para incrementar la oferta de alimentos y reducir en 8 por ciento el precio de la canasta básica.
Villalobos Arámbula recalcó ante los legisladores que, a pesar de un entorno complejo internacional, en México la producción de alimentos continúa creciendo y que tan solo en 2021, el Producto Interno Bruto (PIB) agroalimentario repuntó 2.6% y, en el primer semestre de 2022, ha repuntado 2.9%.
En este sentido, dijo, que la balanza agroalimentaria ha sido superavitaria desde hacer varios años y que durante los primeros ocho meses de 2022 registra un saldo positivo de cinco mil 286 millones de dólares.
Al referirse a la producción de alimentos comentó que en 2021 se alcanzó un volumen de 294 millones de toneladas, es decir, 1.3% de crecimiento frente al año previo y para este año, se estima aumente 1 por ciento y totalice en 297.2 millones, lo que garantiza el abasto.
Combatir pobreza, la meta
El funcionario federal subrayó que en la actual administración la prioridad ha sido combatir la pobreza en el campo, donde la dependencia a ha otorgado apoyos directos y sin intermediarios a los productores de pequeña y mediana escala, que en su conjunto alcanza el 85 por ciento de los agricultores, ganaderos, pescadores y apicultores del país, cuya producción representa el 50 por ciento de los alimentos que consumimos.
Entre los principales apoyos canalizados a este sector del campo se canalizaron a productos como maíz, frijol, trigo y arroz, así como a café, caña de azúcar, miel, amaranto y chía, en beneficio de un millón 807 mil 367 productores.
A junio de este año, agregó, se habían entregado 12 mil 880 millones de pesos, lo que significa un avance de 84% de los 14 mil 007 millones presupuestados en el Programa de Producción para el Bienestar para este año.
Al referirse al ejercicio presupuestal que recibió la dependencia en 2021, Villalobos Arámbula destacó que se ejerció el 100% del presupuesto modificado que ascendió a 51 mil 777.9 millones de pesos.
Mientras que, para este año, la Secretaría recibió un presupuesto de 55 mil 788.9 millones de pesos, es decir, un incremento de 7.7 por ciento, respecto al autorizado en 2021, refirió Villalobos Arámbula.