La Encuesta Nacional de Salud Mental y Adiciones fue desechada a petición del secretario de salud, David Kershenobich: tan mala fue la metodología y el levantamiento de la misma que sus resultados no son comparables con los obtenidos en años previos; se tiene que repetir en un momento crucial del plazo de 30 días en que Donald Trump acordó detener aranceles generales contra las exportaciones mexicanas a cambio -entre otras cosas- de la colaboración del gobierno de Claudia Sheinbaum para atajar el tráfico de drogas hacía Estados Unidos… y que necesariamente pasa por detectar la cantidad de tales  estupefacientes -donde y quienes- se consumen en México.

La deficiencia analítica que dejó la “científica antineoliberal” María Elena Álvarez-Buylla (al mando del extinto CONACYT) es de tal magnitud que el gobierno mexicano no puede mostrar a su contraparte estadounidense (ni al público en general), los niveles que alcanza el consumo de fentanilo en territorio nacional; la Secretaria de Ciencias, Humanidades, Tecnología e Innovación que encabeza Rosaura Ruiz, como lo reportó Enrique Gómez en El Universal, no pudo dar cuenta de la tasa de crecimiento del consumo de la letal droga que tiene en vilo la sociedad comercial de América de Norte.

Pero eso es el fentanilo, la “black star” del momento. ¿Y las otras drogas y sus consumidores? ¿Cocaína, metanfetaminas en sus diversas presentaciones, opioides varios, marihuana, alcohole, cigarros, vapeadores?

La ENASAMA tiene que ser repetida pero, independientemente del desperdicio de cuando menos 100 millones de pesos (ya sabemos que en la 4T eso es pacata minuta), todo indica que a partir de la fallida metodología de esa encuesta fue que la Comisión Federal de Prevención contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) analizó los cigarros electrónicos durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador y catalogarlos tan riesgosos como fentanilo puro y ordenar elevar su prohibición a rango constitucional.

En la “investigación”, efectuada por la Cofepris en los tiempos de Alejandro Svarch, los expertos toparon inconsistencia tamaño Habano Ramón Allones: ninguno de los autores tiene publicaciones en revistas científicas que hayan sido revisados por su pares (El “Libro Vaquero” no cuenta); además, no hay evidencia de que el método utilizado para revisar los “vaps”  haya sido desarrollado o validado previamente en estudios sometidos a revisión científica; las referencias citadas no están alineadas con la metodología utilizada, tan solo agrupadas en la introducción sin análisis comparativo como se haría en un trabajo de prepa; y no se proporciona información sobre las muestras analizadas ni la representatividad respecto al mercado, o sea su método fue básicamente chamánico.

En conclusión, buena parte de sus resultados de laboratorio -comentan los expertos- están en niveles químicos de impacto extremadamente bajos, en nanogramos por mililitro que derivarían en que es más peligroso vivir en alguna gran urbe que vapear.

¿Y es con tal “rigor científico”, que compara a los cigarros electrónicos con el fentanilo, cómo México se suma a la estrategia antinarcóticos de Estados Unidos que coordina el secretario de Estado Marco Rubio?  

Por el bien de todos… ojalá y no.

Medicamentos: no pagan… no entrego

La crisis de desbasto crece cada día que transcurre tras la fallida compra consolidada que diseñó el subsecretario de salud Eduardo Clark y que ejecutó deficientemente Birmex a cargo del Tovarich Iván Olmos. Como aquí le informamos, son casi 400 laboratorios y fabricantes de insumos y equipos que presentaron inconformidad ante el desorden (y desaseo) de la compra médica más grande de la historia.

Y licitar es la fase sencilla del proceso. Las que vienen son de miedo: con tiempos de entrega exigidos para dentro de 20 días, es casi imposible –a menos que haya cochupo de por medio- que los laboratorios ganadores puedan adquirir materia prima, fabricar y encontrar quien entregue incluso en la Megafarmaciotototota del Bienestar.

Claro, aún falta entregar el producto a donde se requiere… y cobrar lo cual concluye, según los economistas clásicos, el circuito del capitalismo moderno. Ahí es donde “se llora al muerto”: resulta que el IMSS adeuda 700 millones de pesos a sus proveedores de cuentas de 2024. El IMSS era de las pocas instancias que pagaba puntualmente como puntual es todavía para cobrar cuotas obrero-patronales.

¿El Seguro Social se habrá contagiado del virus “Avunculus Lolus” que afectó al finado INSABI que dirigió el hoy premiado subsecretario de salud Juan Ferrer?

CDMX, reforma a ley de turismo

Al interior del gobierno de la CDMX existe un debate sobre las reformas que en breve planean realizarse a la Ley de Turismo local, enfocadas a las limitaciones que dejó Martí Batres a las plataformas de renta temporal como Airbnb. Se sabe que la jefa de Gobierno, Clara Brugada, mantiene la postura de respetar al 100% los derechos de los anfitriones ― los propietarios de los inmuebles que en renta―, por lo que sus secretarios de Vivienda y de Planeación, Ordenamiento Territorial y Coordinación Metropolitana, Inti Muñoz y Alejandro Encinas respectivamente, buscan alternativas para incorporar las restricciones que reclaman hoteleros y organizaciones defensoras del derecho.

La idea más avanzada que se tiene en la materia es limitar el número de propiedades que una sola persona puede poner a disposición de los turistas, pues existen cuentas que tienen más de 10 inmuebles inscritos en la plataforma; hablamos prácticamente de hoteles disfrazados o acaparadores.

Ponga atención a este asunto, tenga o no propiedad para renta de corta estancia.

@mfloresarellano

floresarellanomauricio@gmail.com