Para discutir los desafíos y oportunidades en el marco de la asociación Unión Europea (UE)-América Latina y el Caribe (ALC) para la seguridad alimentaria y la nutrición ante los nuevos y apremiantes desafíos globales, y la actualización del Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2030 de la CELAC, se llevó a cabo el evento “Nutrir el futuro: Alianzas sólidas para la seguridad alimentaria y una mejor nutrición en América Latina y el Caribe”.
El encuentro fue organizado por la Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe y la Oficina de Enlace de la FAO en Bruselas.
Al encuentro asistieron el subdirector General de la FAO y Representante Regional para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin, y el director de la Oficina de Enlace de la FAO en Bruselas, Raschad Al-Khafaji y, representantes de la Unión Europea, de las embajadas de América Latina y el Caribe con sede en Bruselas, del mundo académico y de la sociedad civil.
Piden reforzar la cooperación multilateral
Ahí, el ministro de Agricultura, Silvicultura, Pesca, Transformación Rural, Industria y Trabajo de San Vicente y las Granadinas y Presidente pro tempore de la CELAC, Saboto Caesar, destacó la necesidad de trabajar más estrechamente con las instituciones de la UE en una asociación que atraiga más inversiones, impulse el comercio y utilice tecnologías modernas para liberar todo el potencial de la región de América Latina y el Caribe.
Por su parte Mario Lubetkin, director de la Oficina de Enlace de la FAO en Bruselas destacó la importancia del diálogo entre la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) para reforzar la cooperación multilateral.
Asimismo, destacó la urgencia de abordar los compromisos internacionales de la Agenda 2030 y los complejos desafíos para garantizar la seguridad alimentaria.
UE, socio clave en AL
Subrayó el papel de la Unión Europea (UE) como socio clave en el trabajo de la FAO en América Latina y el Caribe. “En el marco de diferentes acuerdos y programas de cooperación con la UE, estamos desarrollando iniciativas muy relevantes para transformar los sistemas agroalimentarios.
El nuevo Plan de Seguridad Alimentaria y Nutricional CELAC 2030, validado en enero por los ministros de Agricultura, es una excelente oportunidad para reforzar y abrir nuevas vías de cooperación entre la Unión Europea y América Latina y el Caribe”, señaló Lubetkin.
En tanto, Raschad Al-Khafaji, director de la Oficina de Enlace de la FAO en Bruselas, dio la bienvenida a los participantes y destacó especialmente el papel de la FAO como socio estratégico y dedicado a contribuir a los esfuerzos mundiales para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible 2 – Hambre cero.
“Esta reunión de alto nivel está dedicada al viaje transformador de los sistemas agroalimentarios en la región de América Latina y el Caribe alineados con el renovado compromiso internacional con la Agenda 2030, los resultados de la Cumbre de los ODS en Nueva York en septiembre pasado”, dijo.
Con 4 pilares Plan SAN CELAC
Entre los panelistas se encontraban S. E. Pedro Miguel da Costa e Silva, Embajador de Brasil ante la UE, Junior Lodge, Secretario General Adjunto de la Organización para los Estados de África, el Caribe y el Pacífico (OACPS), Ignacio Ybáñez, Enviado Especial para los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo del Servicio Europeo de Acción Exterior y ex Embajador de la Unión Europea en Brasil; y Josep Puxeu Rocamora, Vicepresidente del Comité de Seguimiento para América Latina del Comité Económico y Social Europeo (CESE),
En sus observaciones finales, Lubetkin expresó su deseo de continuar este diálogo dinámico para la transformación de nuestros sistemas agroalimentarios que se inició aquí en Bruselas.
El Plan SAN CELAC actualizado de Seguridad Alimentaria y Nutricional se basa en cuatro pilares: marcos legales e institucionales, cadenas de producción y suministro sostenibles, acceso a dietas saludables y sistemas agroalimentarios resilientes al cambio climático.
La FAO apoyó técnicamente este proceso con la CEPAL, el IICA y la ALADI e incluyó una construcción participativa con aportes de los bloques regionales, parlamentarios, la academia y la sociedad civil.