El alza de los productos básicos obedece a la especulación como consecuencia del contexto económico internacional actual, aseveró el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Víctor Villalobos.

“Las alzas en productos agroalimentarios, son en muchos casos por temas especulativos, cuando se da este tipo de alteraciones en cuanto al equilibrio, sobre todo, cuando son cultivos estacionales”, indicó.

El funcionario destacó que cuando se analiza el costo que se paga al productor en el campo, éste es muy diferente al precio que se comercializa, lo que indica que hay especulación de los intermediarios y “coyotes”, señaló el marco del Foro Internacional Agroindustrial (FIA) de la Canacintra.

Subrayó que el conflicto geopolítico en Europa del Este ha propiciado un fenómeno mundial de inflación, del cual México no ha sido la excepción, por lo que se requiere estar atentos y actuar de forma conjunta en favor de la seguridad alimentaria nacional.

México debe garantizar una política que fomente la competencia

Por su parte, la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, destacó que ante un buen desempeño del sector agroalimentario de México y de forma específica del agroindustrial en los años recientes, México debe garantizar una política que fomente la competencia y asegure la inversión productiva pública y privada.

Esteban Chavoya Bravo, presidente del sector agroindustrial, hizo un llamado para que de manera conjunta:  gobierno federal, instituciones técnicas y educativas, poder legislativo, estados y sector privado aprovechen el potencial del campo y de la industria.

“Sabemos que atravesamos por momentos difíciles, sin embargo, el sector agroalimentario del país y la agroindustria, han sido uno de los pocos sectores productivos que, a pesar de incertidumbre internacional y el reto mundial generado por la pandemia, ha logrado mantener números positivos, lo que esperamos siga sucediendo en los próximos años”, señaló.

Consideró que el sector agroalimentario mexicano y la agroindustria cinco retos estructurales que son: integración de las cadenas de suministros agroalimentarios; impulso al sector primario para generar valor agregado, vinculación para detonar regiones productivas; desarrollo de proyectos integrales agroindustriales e impulso a la sustentabilidad agroalimentaria y la economía circular.