Redacción 

Presionado principalmente por el incremento de costos de alimentos, la inflación en México no cede, pues en agosto de este año el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), registró un aumento mensual de 0.19 por ciento, con lo que a tasa anual alcanzó un valor de 5.59 por ciento, ligando seis meses por arriba del rango objetivo de entre dos y cuatro por ciento planteado por el Banco de México (BANXICO).

Para dimensionar el actual comportamiento del indicador, cabe recordar que durante agosto del año pasado, se registró una inflación mensual de 0.39 por ciento y a tasa anual de 4.05 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Al respecto, Jorge Gordillo Arias, director de Análisis Económico de Banco Base, consideró oportuno tener presente el comportamiento de la inflación en México, pues comentó que la inflación subyacente, que excluye bienes volátiles como alimentos y energéticos, subió a 4.78 por ciento anual, su nivel más alto desde diciembre de 2017.

“Para los siguientes meses esperamos un nuevo rebote en la tasa anual general de inflación”, apuntó.

De acuerdo con un reporte del INEGI, durante el mes pasado, entre los productos que mostraron los mayores repuntes en sus costos destacó el chile serrano, cebolla, aguacate, manzana, leche pasteurizada y tortilla de maíz.

En contraparte, entre los productos con precios a la baja destacaron el transporte aéreo (-18.21); gas doméstico LP (-14.46); chayote (-11.63); servicios turísticos en paquete (-6.21); así como suavizantes y limpiadores (-2.27 por ciento).

El INEGI precisó que el índice de precios subyacente presentó un aumento mensual de 0.43 por ciento y de 4.78 por ciento anual; por su parte, el índice de precios no subyacente retrocedió 0.52 por ciento mensual y ascendió 8.14 por ciento anual.

Dentro del índice de precios subyacente, los precios de las mercancías subieron 0.70 por ciento y los de los servicios 0.12 por ciento mensual.

Al interior del índice de precios no subyacente, los precios mensuales de los productos agropecuarios se incrementaron 1.98 por ciento, mientras que los de los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno disminuyeron 2.43 por ciento.