La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJCDMX) ha iniciado un proceso de transformación que no tiene retorno, en el que la institución pone al centro a las víctimas; “nos hemos comprometido a buscar verdad, justicia y reparación”.

Así lo señaló Ernestina Godoy Ramos, titular de la FGJCDMX, al presentar su Tercer Informe de Actividades ante el personal de la institución a su cargo, con quienes compartió, en un acto que anteriormente no se realizaba, lo que se ha hecho en todas las unidades administrativas.

Con la creación de la fiscalía, dijo, nos comprometimos a cambiar de forma radical la forma de procurar justicia y esa transformación ha impactado sobre los aspectos esenciales de nuestro trabajo y de nuestra interacción con las y los ciudadanos.

El acceso a la justicia para las víctimas del delito, abundó, es un pilar fundamental para la construcción de un entorno seguro y libre de violencia en la Ciudad de México; es esencial para la democracia, la gobernabilidad, la convivencia y la prosperidad económica de nuestra maravillosa ciudad y también de nuestras familias.

“Ahora nos encontramos en el punto de consolidación de la transición para lograr un cambio interno profundo y hacerlo tangible para la ciudadanía”, externó.

Ernestina Godoy convocó a continuar, todos juntos, erradicando prácticas que dañaron a la institución y a la imagen que de ella se ha formado la sociedad.

Rodeada de su equipo de trabajo, la abogada de la Ciudad de México apuntó que “ya no escondemos cifras, ya no clasificamos delitos en función de controlar en apariencia la incidencia delictiva; tenemos mecanismos de control más eficientes que no se utilizan como venganzas contra nuestro propio personal”.

Gran parte de ello, insistió, derivado de que se ha realizado el reacomodo de la estructura, lo que nos permite a todos y cada uno de los servidores públicos de la Fiscalía ser más eficientes y dar buenos resultados.

“Con trabajo, asumiendo retos y el esfuerzo de todas y todos, estamos cambiando poco a poco en ese imaginario social la estigmatización de nuestro quehacer; muestra de ello es la mejora en la percepción de seguridad y de confianza en la institución”, afirmó.

Ante un Teatro de la Ciudad Esperanza Iris lleno, la Fiscal General de Justicia recordó que, al asumir la titularidad de esta institución, las cifras encontradas al iniciar esta administración “nos indicaron que teníamos que actuar con precisión y rapidez para detener la violencia y la impunidad que reinaba en la ciudad en el 2018, cuando se registraron cinco mil 101 delitos de alto impacto, más que el punto más alto que se había vivido en la ciudad en 1997”.

“La dimensión de los retos que enfrentamos era enorme. Nuestro deber fundamental es combatir la impunidad y garantizar el acceso a la justicia de todas las víctimas mediante una atención adecuada a cada denuncia; una investigación profesional, objetiva y científica; coordinación y trabajo conjunto con la policía de la Ciudad de México, con las instancias federales; rigurosidad en los protocolos periciales; una sólida integración de las carpetas de investigación con perspectiva de género en todas las fases del proceso y con un irrestricto respeto a los derechos humanos”, anotó.

Al hacer énfasis en la transición de la Procuraduría a Fiscalía, dijo que este proceso representa la esencia de la transformación en la procuración de justicia en la Ciudad de México.

Hemos realizado un proceso de transición único en el país, con el respaldo del Congreso de la Ciudad y el auxilio de una Comisión Técnica para la Transición, que fue producto de una convocatoria pública; también, con el acompañamiento de un Consejo Ciudadano que nos nombró también el Congreso, detalló.

Godoy Ramos enumeró cuatro puntos que podrían ser el resumen de este cambio. En primer lugar, dijo, se han ubicado a las víctimas en el centro de todas y cada una de las actuaciones, lo que conlleva a fortalecer los enfoques de perspectiva de género y derechos Humanos.

Un segundo rubro, citó, fue implementar un nuevo modelo de investigación para combatir la impunidad. Ello requiere implementar la segmentación de casos en la atención; el Plan de Política Criminal; el Programa de Persecución Penal; la carpeta de investigación digital; la investigación de patrones como fenómeno criminal; crear las Unidades de Análisis de Contexto; la creación del Banco de ADN; mejora en la infraestructura; uso de tecnologías y equipamiento; nuevo modelo de policía y las Unidades Criminalísticas de Proximidad para la investigación del delito de homicidio.

Tercero, afirmó, fue mejorar las capacidades del personal, lo que llevó a desarrollar perfiles acordes a los objetivos de la Fiscalía; implementar el Servicio Profesional de Carrera como un modelo de formación y capacitación especializada al más alto nivel y la certificación profesional de todos y cada uno de ustedes.

Cuarto y último punto, explicó, es el combate a la corrupción y a las malas prácticas internas. Para ello, argumentó, hemos diseñado mecanismos de evaluación del personal de la fiscalía; emitimos un nuevo reglamento de régimen disciplinario; fortalecemos la transparencia y la rendición de cuentas. Tenemos nuevos canales de comunicación con la ciudadanía: como la Línea Directa y el Chat bot Teo.

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